El príncipe Harry, última víctima del ‘huracán’ Meghan Markle

Meghan Markle continúa en el centro de la polémica. La duquesa de Sussex no se libra de las críticas, sea por la sobreprotección hacia su hijo Archie, por el exceso de celo hacia su intimidad o por su afán de protagonismo y deseo de modernizar una institución arraigada en la tradición. Sea como fuere, lo cierto es que algunas de las críticas están justificadas y las que se refieren al excesivo gasto de la esposa del príncipe Harry en ropa y complementos en su primer año como miembro del clan Windsor llaman especialmente la atención, sobre todo, si se tiene en cuenta lo que invierte el propio Harry en esta cuestión.

No es de extrañar que las mujeres gastan más dinero en ropa que los hombres, esto resulta bastante obvio y aunque de por sí resulta un tanto llamativo que Meghan gastara en su primer año como royal más de 450.000 euros en prendas y accesorios frente a los 80.000 de Kate Middleton -futura reina consorte-, lo más asombroso todavía en la capacidad de reciclaje por parte del príncipe Harry y su preferencia por una marca de origen americano.

El hijo menor del príncipe Carlos parece haber encontrado en la firma americana J. Crew y en sus blazers la horma de su zapato. El duque de Sussex ha repetido en los últimos meses una simple combinación estilística hasta convertirla en una suerte de uniforme o seña de identidad.

Desde que Meghan Markle llegó a su vida, Harry luce más que nunca la combinación de camisa blanca, pantalones chinos y chaqueta de lino. Para esta combinación, el príncipe recurre a una chaqueta de J. Crew cuyo precio se acerca a los 200 euros y que ha llevado en más de veinticinco ocasiones. La blazer, modelo Ludlow, Harry la tiene en cuatro colores -algunas en traje completo, como en el bautizo de Archie- y si hacemos cuentas, podremos comprobar que el Príncipe ha amortizado de sobra el coste de ambas prendas por la cantidad de ocasiones que las ha llevado.

Aunque no suele comentarse mucho el estilismo de los hombres de la realeza, lo cierto es que desde que Meghan llegase a la vida de Harry, el Príncipe luce un estilo menos bohemio y más depurado. Eso sí, quizás el precio de esto haya sido dejar todo su presupuesto en manos de Meghan, quien , está claro, necesita mucho más.