#PlanesLook | Madrid de copa en copa y de ruta en ruta
En torno a 8.400 hectáreas de viñedo, más de 2.800 viticultores y 3 subzonas de producción. Estos son solo algunos de los datos que demuestran que en Madrid también hay vino. Y bueno, por cierto. Algo que a muchos sorprende y que, sin embargo, tiene sus primeros indicios allá por el siglo XII. Mucho ha pasado desde entonces, pero la huella sigue viva. Por ejemplo, en forma de cuevas, como las que aún hoy se pueden visitar en Navalcarnero, y que, se dice, hubo un tiempo en que conectaban todo el centro histórico del municipio. En forma de extensos viñedos y grandes tinajas de barro.
El vino de Madrid tiene pasado, pero también es presente y futuro. Desde que se constituyera la Denominación de Origen en 1990 se ha trabajado intensamente por garantizar la calidad de los vinos de la región, apostar por la innovación y dar a conocer sus variadas referencias. Desde hace más recientemente, y de la mano de Madrid Rutas del Vino, el impulso se dirige hacia el enoturismo, una oferta pensada para locales y visitantes y que vincula el turismo con los recursos agroalimentarios de la zona. ¿Nos acompañas?
Madrid en tres subzonas: Arganda, Navalcarnero y San Martín de Valdeiglesias
El territorio dedicado a la viticultura se extiende en el sur y sudeste de la Comunidad y se divide en tres subzonas diferenciadas. La más grande, la de Arganda, suma el 50% de las viñas registradas y de ella nacen vinos, principalmente, elaborados con Malvar (autóctona) y Tempranillo. La primera es la uva blanca por excelencia de esta subzona; la segunda, una de las principales variedades de la región, con cultivos tanto en Arganda como Navalcarnero.
Sin embargo, es la Garnacha tinta la que alcanza el 75% del viñedo de este último, Navalcarnero. Un municipio que aporta un 15% de vid a la suma final y cuenta con una gran tradición histórica vinculada al mundo del vino.
La Garnacha tinta es también la variedad predominante en la subzona de San Martín de Valdeiglesias, situada en el límite suroeste de la Comunidad. Representa el 35% de viñedo y, además de tintos, elabora blancos, principalmente de la autóctona Albillo Real.
Otras variedades de uva que se trabajan en territorio madrileño son Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah y Petit Verdot (tintas), Parellada, Torrontés, Viura, Airén y Moscatel de grano menudo (blancas).
Madrid en ruta: Itinerarios culturales y paisajes de vino
En torno a una veintena de bodegas de la D.O. Vinos de Madrid están integradas en un programa enoturístico que propone muchas y muy variadas propuestas de ocio asociadas con el vino. Recorridos temáticos, catas, talleres, picnics entre viñedos… son solo algunas de las sorpresas que la región tiene preparadas para todos aquellos que quieran descubrir su riqueza vitivinícola.
Además, de forma orientativa, se han trazado seis originales rutas de contenido cultural, que relacionan los diferentes municipios y que ofrecen interesantes itinerarios para recorrer, ya sea de forma completa o parcial.
Ciudades como Complutum (Alcalá de Henares) fue importante en tiempos de Hispania y pionera en la producción de vinos bajo el dominio de Roma; una ‘excusa’ perfecta para poner inicio y final a una ruta bajo el título de ‘La llegada del Imperio Romano’, que pasa por otros municipios como Nuevo Baztan, Tielmes y Valdilecha.
‘El valle de las iglesias y el legado del Císter’ es el itinerario que relaciona la zona de San Martín de Valdeiglesias, importante núcleo eremético en tiempos visigodos y lugar elegido por esta orden monástica católica para desarrollar sus técnicas viticultoras; esas que hoy son la base de la elaboración de los vinos de la región. Recorriendo los municipios de Cadalso de los Vidrios, Aldea del Fresno, San Martín de Valdeiglesias y Villa del Prado.
Por su parte, la comarca de Tajuña, que fue la frontera natural entre los reinos cristianos y el Al-Andalus en tiempos de la ocupación musulmana, vio prosperar su campo según se iba tomando terreno a los árabes. Esto da sentido a otro de los itinerarios, ‘El Tajo y los vinos de la Orden de Santiago’, ya que, desde los romanos, esta zona no había tenido florecer igual en materia de vino. Forman parte de esta ruta Villarejo de Salvanés, Colmenar de Oreja y Belmonte de Tajo.
El ‘Camino de Reyes’, recorre la distancia que separa la Villa Real de Navalcarnero -que lleva este título por la ayuda prestada al acoger las nupcias de la sobrina del rey Felipe IV, Mariana de Austria- del Real Sitio de Aranjuez, destino elegido por los Reyes Católicos para su recreo. Es así, vehículo entre dos de las subzonas en las que se distribuye la D.O. Vinos de Madrid. Los municipios que recorre esta ruta son Navalcarnero, Brunete y Aranjuez.
Como gran ilustrador de historias en torno al vino, el pintor Francisco de Goya protagoniza otra de las rutas enoturísticas de Madrid. ‘Escenas y Crónicas de Francisco de Goya’ parte de Vega del Jarama, pasa por reconocidas localidades como Chinchón o Valdelaguna.
Por último, ‘Los tiempos del Ferrocarril’, un trazado que habla de innovación y del estrecho vínculo que existe entre la puesta en marcha de medios de transporte con el desarrollo de una región de paso. También, de la unión de la capital con los municipios del sur de la región, no en vano, esta última ruta arranca en la céntrica estación de Atocha y acaba Arganda del Rey, pasando por localidades como Morata de Tajuña.
Amplía información en: Madrid Enoturismo
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