Macera Bar | Cócteles artesanos DIY de maceración propia
Las grandes ciudades ofrecen un amplísimo (y casi inabarcable) abanico de posibilidades en materia de ocio. Si hablamos de bares y lugares donde disfrutar de una copa tranquilamente, la oferta es grande. No obstante, todavía hay quien busca desmarcarse del resto y brillar con luz propia. Es el caso de Macera Bar, un sitio en el que el rasgo diferencial es la maceración propia de sus cócteles. Todo sin ninguna gran marca de destilados y con esencia propia, un reto para los paladares más exquisitos.
Su historia corre de la mano de Narciso, el barman que dirige el negocio. Cansado de trabajar para otros en la hostelería, y de que para disfrutar de un buen combinado hubiera que desembolsar demasiados billetes, desarrolló durante un año de reflexión su idea y la plasmó en Macera. Su premisa es la elaboración artesanal de sus cócteles y refrescos. ¿Cómo? Sirviéndose de otras casas de destilados de renombre, elaborando con ellas sus creaciones personales, mezclados con ingredientes como frambuesas, canela, cítricos o regaliz, en un proceso lento que acaba marcando la diferencia respecto a otras.
Macera es un lugar que huele a vintage. En la barra no encontraremos las clásicas botellas de destilados que estamos acostumbrados a ver en cualquier bar. En su lugar veremos enormes botellas de mezclas elaboradas artesanalmente y etiquetadas a mano. La apuesta por la tradición dentro de la modernidad y por un alcohol más ‘sano’ que el común, tal y como apostillan los dueños, son sus más activos valores. Mención aparte del precio: 7 € el combinado. Un valor asequible casi para cualquier bolsillo y sin renunciar a la calidad en la zona madrileña de Alonso Martínez.
Por si fueran pocos alicientes, Macera alimenta el sabor y pone su conocimiento al alcance de todos. Lo llevan a cabo con talleres en los que imparten improvisadas ‘master class’ para quienes le apasione el mundo de la destilación de bebidas y en los que enseñan a aprovechar al máximo cada rincón de nuestra casa. Cuando se trabaja con pasión, dedicación y cuidando los pequeños detalles, el resultado siempre suele ser el éxito.