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El Rey Felipe está de celebración. Hoy, 30 de enero, Su Majestad cumple 55 años, pero, a diferencia de ocasiones anteriores, como en su 50 cumpleaños, en esta ocasión, no ha habido ningún tipo de celebración oficial. Tampoco se le ha visto en público, ya que el monarca puso punto final a su agenda el pasado viernes asistiendo en Madrid a la inauguración del Espacio Cultural Ortega-Marañón, de la Fundación José Ortega y Gasset-Gregorio Marañón. No obstante, este fin de semana, don Felipe y doña Letizia disfrutaban de una salida de amigos a un restaurante de la capital, en concreto, el sábado por la noche, junto al dermatólogo Pedro Jaén y su esposa. Esta ha sido la única ‘celebración’ de cumpleaños del Rey de la que, por ahora, se ha tenido constancia.
El jefe del Estado, al igual que su esposa, la Reina Letizia, retomarán sus compromisos oficiales este mismo martes. Mientras que don Felipe viajará a Barcelona para varios actos, la Reina lo hará a Alicante, para un encuentro relacionado con la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER).
Aunque 55 años es una cifra redonda, en esta ocasión desde el Palacio de la Zarzuela no se han publicado ni fotografías ni vídeos oficiales con motivo de este aniversario. Algo que sí ocurrió con el 50 aniversario del monarca cuando, además, el Rey impuso el Toisón de Oro a su hija mayor, la Princesa Leonor.
Sin embargo, este aniversario se presta a hacer un repaso de la vida de don Felipe, ya sea de los momentos clave de su trayectoria institucional, de anécdotas personales o de otros aspectos. En este caso, hemos preferido centrarnos en un plano más humano y cercano.
A pesar de que siempre se habla de Felipe VI como un rey muy preparado, que destaca por su profesionalidad y que contrasta con la ‘campechanía’ de su padre, lo cierto es que el monarca tiene un gran sentido del humor. Esto es algo que quienes han podido estar con él en un entorno más íntimo destacan de su carácter. Un hombre serio, comprometido con su papel, pero con un trato muy cercano y buen sentido del humor. Algo que quizás solo se podría apreciar de cerca pero que, en realidad, en ocasiones, sí que se puede percibir en algunas salidas y actos oficiales.
Y es que aunque el protocolo marque cada uno de sus movimientos, siempre queda un hueco para la espontaneidad. Esa naturalidad que solo atisban los que están en su entorno y algunos avispados fotógrafos y operadores de cámara que captan en el momento justo los movimientos más espontáneos del monarca. Imágenes que ahora recopilamos con motivo de su onomástica y que bien podrían convertirse en material de ‘meme’. Porque, al final del día, detrás del Rey, está el hombre.