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El duque de York continúa tensando la cuerda. El hermano de Carlos de Inglaterra se aferra a la que ha sido los últimos años su residencia, el Royal Lodge, y parece que no tiene intención alguna de abandonarla, pese a los deseos del monarca. Tal como han informado medios británicos, el duque de York ni siquiera quiere dejar la casa mientras la propiedad se reforma, porque tiene miedo de que no le dejen regresar.
Hace algunas semanas se confirmó que el rey Carlos le había pedido a los duques de Sussex que desalojaran Frogmore Cottage, dado que ya no son miembros de facto de ‘La Firma’. Una decisión que, al parecer, tenía mucho que ver con el duque de York. Tal como trascendió, el monarca había ofrecido a su hermano las llaves de la propiedad, para que se trasladara allí, teniendo en cuenta que su perfil actual debe ser mucho más bajo. Andrés fue expulsado de la estructura de la Corona por el escándalo de Jeffrey Epstein y, a pesar de que la denuncia de Virginia Giuffre ha quedado en el pasado por el acuerdo entre las partes, su imagen no ha mejorado. El deseo del duque de York es volver a formar parte de la institución, pero Carlos no está dispuesto. Eso sí, tampoco va a dejar a su hermano sin sustento. Precisamente por este motivo le ofreció Frogmore, una propiedad mucho más adecuada a su actual posición.
Sin embargo, Andrés se resiste a salir de la casa, que tiene una gran importancia para él, pero también para otros miembros de la familia. Aunque no ha habido información oficial, algunas fuentes apuntan a que Guillermo está detrás del desalojo del duque de York, porque el Royal Lodge es la residencia adecuada para la nueva posición de los príncipes de Gales, que continúan en la modesta Adelaide Cottage.
No obstante, parece que el príncipe Andrés no le va a poner fácil a su sobrino este traslado. De hecho, aunque hay renovaciones previstas para los próximos meses, el Duque no quiere salir de la propiedad, porque teme que no le permitan volver. «La renovación del tejado está prevista para finales de verano y durará varios meses. Permanecer en la casa durante las obras podría ser un problema, pero se resiste a marcharse», ha dicho una fuente cercana al príncipe Andrés al Daily Mail. Una situación que se ha convertido casi en una parodia por los recelos del duque de York.
Andrés lleva instalado en el Royal Lodge desde el año 2003 cuando, presuntamente, firmó un contrato de arrendamiento de 75 años por la propiedad. Desde esa fecha, posterior a la muerte de la Reina Madre, el duque de York ha invertido más de ocho millones de libras en renovar la propiedad, aunque paga una cifra irrisoria por el alquiler.
A pesar de que el rey Carlos tendría el firme propósito de que Andrés abandonara la casa, lo cierto es que el monarca tampoco parece dispuesto a insistir mucho, dado que esto supondría indemnizar al duque de York por rescindir anticipadamente el contrato. Sin duda, una situación un tanto compleja, ya que la economía actual de Andrés le permite pagar el alquiler, pero no tanto los gastos derivados del mantenimiento de la propiedad. Eso sí, parece que el monarca le ayuda con algunas cuestiones. Esta historia aún tiene varios capítulos pendientes y de lo que no cabe duda es que el más perjudicado es el príncipe Guillermo, que está deseoso de hacerse con la propiedad. Sin embargo, parece que por ahora el monarca no tiene pensado poner contra las cuerdas a su hermano, por mucho que esto sea un varapalo para su hijo mayor. El tiempo dirá.