El rey Carlos III, foco de la ira de una líder aborigen: "¡Habéis cometido un genocidio!"
El monarca se encuentra de gira por Australia y Samoa
En estos momentos hay muchas protestas en contra de la monarquía
La gira del rey Carlos III y su esposa Camila por Australia y Samoa no está siendo como el monarca había imaginado. El padre del príncipe de Gales había planeado este viaje con mucha ilusión, al ser su primer desplazamiento a Oceanía desde que asumiera la jefatura del Estado tras la muerte de la Reina Isabel II en septiembre de 2022. Un viaje que, además, ha provocado que Carlos III haya tenido que poner en pausa su tratamiento para el cáncer, con los inconvenientes que ello podría conllevar para la salud del monarca.
A pesar de esto, el rey siempre ha puesto por delante la obligación sobre el resto de facetas de su vida, en una percepción del papel de la monarquía heredado de la época de su madre. Isabel II siempre hacía hincapié en la importancia que tiene para la institución que se vea en público a sus miembros, para que los ciudadanos comprendan su utilidad y conveniencia. Esta idea está muy arraigada en Carlos III, tanto que, pese a que desde su entorno le han insistido en que baje el ritmo, él siempre ha dado prioridad a su agenda.
El rey Carlos III y su esposa en Australia. (Foto: Gtres).
El monarca y su esposa comenzaron su gira por Oceanía el viernes 18 de octubre y no regresarán al Reino Unido hasta el día 26. Casi 10 días de intensa agenda por Australia y Samoa, con reunión de jefes de Gobierno de la Commonwealth incluida. Sin embargo, a pesar de que la expectación por este viaje ha sido máxima y de que Isabel II siempre ha cuidado mucho las relaciones con Oceanía, lo cierto es que para Carlos III esta gira no ha estado exenta de contratiempos. Al menos, hasta ahora.
Hay que recordar que la visita se está produciendo en medio de un fuerte clima en contra de la monarquía, algo que se nota en las calles de los diferentes puntos del país. Por ejemplo, una conocida estatua de la reina Victoria en la ciudad de Sídney fue foco de un ataque vandálico con pintura roja poco antes de la llegada de los reyes a la ciudad, pero, sin duda, el momento más polémico tuvo lugar mientras Carlos III y su esposa se encontraban en el Parlamento de Canberra.
Los reyes Carlos III y Camila juntos en Australia. (Foto: Gtres).
Las críticas de una líder aborigen
La senadora independiente Lidia Thorpe se convirtió en la protagonista de la visita del rey al Parlamento, cuando irrumpió en la sala gritando e increpando a la monarquía por sus acciones del pasado. Thorpe, vestida con una capa de piel, entró en el Parlamento y acusó al rey y a sus antepasados de haber cometido un genocidio y de haber expoliado sus tierras. «¡Habéis cometido un genocidio contra nuestra gente! Devolvednos lo que nos habéis robado: nuestros huesos, nuestros cráneos, nuestros bebés, nuestra gente», dijo la senadora aborigen, que aseguró, además, que Carlos III no era su rey.
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El padre del príncipe de Gales aguantó de manera estoica los comentaros sin hacer declaraciones públicas e intercambió unas breves palabras con el primer ministro, que es republicano pero que ha alabado el respeto hacia los australianos por parte del monarca.
Además de las acusaciones de Lidia Thorpe, el acto en el Parlamento estuvo marcado por la llamativa ausencia de varios líderes regionales, que quisieron apoyar de manera simbólica las protestas del Movimiento Republicano de Australia, que reclama un nuevo referéndum para romper los vínculos con la monarquía.
El rey Carlos III en Australia. (Foto: Gtres).
El incidente de Lidia Thorpe no ha sido el primero ni tampoco el único de un viaje que nada tiene que ver con otras visitas de Carlos III a Australia. Por ejemplo, hay que recordar el gran éxito que supuso la primera gira del monarca con su primera esposa por Oceanía, donde Diana conquistó a los australianos con su cercanía y naturalidad.
Además de las pintadas en la estatua de la reina Victoria en Sídney, Carlos III y Camila también tuvieron que escuchar las protestas de un grupo de manifestantes a las puertas de una iglesia anglicana, que se concentraron para mostrar su desacuerdo con la monarquía. No obstante, también ha habido muchos sectores que se han pronunciado a favor del rey y que han mostrado su apoyo a la monarquía.