La reina Isabel afronta su verano más duro sin perder la sonrisa
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Pistoletazo de salida oficial para el verano de la reina Isabel. La monarca ha sido recibida en el Castillo de Balmoral, donde está previsto que pase las próximas semanas. Unas vacaciones diferentes para la soberana, ya que son las primeras desde la muerte de su marido, el duque de Edimburgo, a principios del pasado mes de abril.
A pesar de que la Reina llegó a Escocia a finales del mes de julio y pasó unos días en su finca de Aberdeenshire, no ha sido hasta ahora cuando se ha producido el inicio oficial de sus vacaciones en Balmoral, con la tradicional ceremonia a las puertas del castillo, en la que Isabel II ha inspeccionado a la Guardia de Honor y ha visto a la mascota del Regimiento Real de Escocia, el pony Cruachan IV. Una ceremonia que ha estado marcada por la sencillez frente a otros años debido a las restricciones, aunque no ha faltado el público, ya que han sido muchos los que se han acercado hasta las inmediaciones del castillo para ver a la Reina.
Vestida de rosa y sin perder la sonrisa, la monarca ha disfrutado de este primer acto en Balmoral, después de que hace algunas semanas ya estuviera en Escocia para algunos compromisos en el Palacio de Hollyrood en compañía de su hija, la princesa Ana y del duque de Cambrigde. Una serie de citas que, además, coincidieron con el viaje relámpago del príncipe Harry a Londres para la inauguración de la estatua en recuerdo a Diana de Gales.
Algunas fuentes cercanas a la familia real han apuntado que, a pesar de encontrarse en uno de sus momentos más delicados, la Reina espera poder volver cuanto antes a una relativa normalidad. Esto significa que desea recibir la visita de sus seres queridos en el que, sin duda, es uno de sus destinos predilectos, y disfrutar de los encantos de la zona, tal como los Windsor han hecho en las últimas décadas.
Al margen de la muerte de su marido, la reina Isabel ha visto en las últimas semanas cómo su familia ha estado en el punto de mira por las polémicas que han rodeado al príncipe Harry. A pesar del nacimiento de la segunda hija de los Sussex, la noticia de una biografía por parte del Príncipe ha caído como un jarro de agua fría en Windsor, sobre todo para la Reina, que está muy dolida con su nieto. A esto hay que sumar que son muchas las dudas sobre si la monarca autorizó o no a la pareja para utilizar su apodo como nombre para su hija Lilibet.
Desde que falleciera el duque de Edimburgo, la reina Isabel ha dado toda una lección de fortaleza y entereza, cumpliendo con todos sus compromisos oficiales y sin apenas tomarse un tiempo para afrontar el dolor.
Se espera que en las próximas semanas Isabel II reciba la visita de algunos de los miembros de la familia real, que viajarán hasta Escocia para acompañarla en este verano complicado. Los condes de Wessex y sus hijos, además de los duques de Cambridge son algunos de los royals que visitarán Balmoral próximamente. Algunas fuentes apuntan a que el príncipe Andrés y Sarah Ferguson también podrían acompañar a la Reina en su retiro escocés. Quien también ha sido invitado por Su Majestad es el primer ministro Boris Johnson, aunque todavía no se sabe la fecha exacta en la que podría viajar. Por su parte, Carlos de Inglaterra y su esposa, Camilla Parker, ya se encuentran en su residencia escocesa, Birkhall, desde hace algunos días.