La Reina Isabel pierde a dos grandes apoyos: Una nueva era

Cambios en la estructura de La Firma. Poco a poco, los Windsor van perfilando la organización de lo que será la institución en un futuro próximo, cuando el príncipe Carlos sea monarca. A pesar de que la Reina Isabel acaba de celebrar su Jubileo de Platino -setenta años de reinado-, es inevitable pensar que el relevo generacional se encuentra cada vez más próximo, sobre todo, dado el delicado estado de salud de la soberana. Es cierto que Isabel II continúa comprometida con su papel como jefa del Estado, pero también es una realidad que tanto su hijo mayor como el príncipe Guillermo cada vez tienen un mayor protagonismo.

Una nueva realidad en la que los anteriores representantes de la Corona van perdiendo relevancia. Este es el caso de varios de los primos de la monarca como los duques de Gloucester, los príncipes Michael de Kent o el propio duque de Kent, que ha sido siempre un gran apoyo para la Reina. Una situación que cabe la posibilidad de que, más pronto que tarde, afecte también a los miembros menos destacados de La Firma, como los condes de Wessex o la princesa Ana, por no hablar del príncipe Andrés, con el que ya no se cuenta para cuestiones oficiales, aunque sea por motivos diferentes.

Pocos días después de la celebración del Jubileo, se acaba de conocer un destacable cambio para la Corona. Según ha trascendido, el príncipe Michael de Kent va a dar un paso atrás. El primo de la Reina Isabel quien, a su nacimiento era el séptimo en la línea de sucesión al trono, como hijo menor de los entonces duques de Kent, a día de hoy se encuentra en el puesto cincuenta y dos.

A pesar de esto, a lo largo de los años y, al igual que sus hermanos, ha ejercido de representante de la Corona en muchas ocasiones. Especialmente en temas relacionados con Rusia, país con el que mantenía lazos familiares. Sin embargo, tras la invasión de Ucrania cortó toda relación con el país, hasta el punto de renunciar como patrocinador de la Cámara de Comercio Ruso-Británica.

A pocas semanas de su ochenta cumpleaños, parece que el Príncipe quiere seguir los pasos del duque de Edimburgo. Según ha publicado el diario The Telegraph, el hermano del duque de Kent se va a retirar de las funciones oficiales. Algo que podría hacerse extensivo a su esposa. Precisamente ella estuvo en medio de una llamativa polémica en una de las primeras citas oficiales de Meghan Markle, cuando llevó un broche que muchos tildaron de racista.

A diferencia de sus hermanos mayores, Michael de Kent no recibe una asignación ni una anualidad parlamentaria por su trabajo en representación de la Reina, ya que técnicamente está clasificado como miembro de la realeza que no trabaja, a pesar de realizar hasta doscientos compromisos en su nombre al año. Se le dio el uso de un apartamento en el Palacio de Kensington.

A raíz de su boda católica con la aristócrata alemana Marie-Christine von Reibnitz, el Príncipe Michael fue eliminado de la línea de sucesión, pero fue reincorporado cuando la ley se cambió en 2015. La pareja ha tenido dos hijos, Lord Frederick Windsor y Lady Gabriella Windsor, así como dos nietos, Maud e Isabella.

Por el momento no se ha confirmado cuándo se hará efectiva esta retirada y si tendrá efectos sobre el resto de miembros de la familia y la estructura de la Corona, pero lo que deja patente es que cada vez se dan más pasos hacia el futuro.