Isabel II: dos joyas, un lugar y un vínculo con la primera línea contra la pandemia en su cumpleaños más crítico
Aunque tiene a su disposición un amplio joyero con piezas de incalculable valor, hay dos alhajas que guardan un significado especial para la reina Isabel y que cobran más relevancia en estos momentos de crisis sanitaria
Cumple 94 años y lo hace de una manera absolutamente insólita. La reina Isabel, la monarca más longeva de Europa -del mundo también si cabe-, se enfrenta a un nuevo aniversario, esta vez marcado por una crisis sanitaria que la mantiene aislada en el Castillo de Windsor, con la única compañía del duque de Edimburgo y el personal de servicio.
Y es que tanto la Reina como el Duque pertenecen al colectivo de mayor riesgo frente a la covid-19, lo que hace que ambos tengan que tomar especiales precauciones en estos momentos. Ante esta situación, no habrá ni cenas, ni salvas ni ningún tipo de festejos por ahora en los que Su Majestad pueda hacer uso de las grandiosas piezas que conforman su joyero. Sin embargo, hay dos alhajas a las que Isabel II tiene especial cariño y que seguro la acompañan en estas circunstancias.
No son ni tiaras ni grandes abalorios, pero guardan una bonita historia detrás que tiene un importante vínculo con el duque de Edimburgo. Se trata de su anillo de compromiso y de un brazalete que también le regaló su marido. Dos joyas íntimamente ligadas a la madre de Felipe de Mountbatten, la princesa Alicia, quien durante su vida realizó una importante labor humanitaria -y que, por cierto, nació en el Castillo de Windsor-, tan esencial en estos momentos en los que los miembros del colectivo sanitario y los servicios de emergencias se han convertido en la primera línea de batalla contra el coronavirus.
Alicia de Battenberg con el duque de Edimburgo en una imagen de archivo / Gtres
La historia del anillo de compromiso de la monarca es mucho más que entrañable. Cuando Alicia de Battenberg se enteró que el su hijo pretendía pedirle matrimonio a la entonces princesa Isabel no dudó en ofrecerle lo mejor que en aquellos momentos tenía al alcance. La princesa Alicia puso a disposición de su hijo la tiara de su boda. Una diadema que procedía de la familia imperial rusa y que le fue entregada a Alicia por su tío el zar Nicolás II y la zarina Alejandra de Rusia con motivo de su boda con el príncipe Andrés de Grecia. Felipe se puso a trabajar con el joyero londinense Philip Antrobus Ltd. para elaborar una sortija en la que destaca un gran diamante central de tres quilates rodeado de un pavé de diez diamantes más pequeños. Una pieza que la que Isabel II rara vez se desprende.
La entonces princesa Isabel y Felipe de Mountbatten en su compromiso. / Gtres
Sin embargo, este no fue el único regalo que la reina Isabel recibió por parte de Felipe de Mountbatten en su compromiso. De la tiara de la princesa Alicia se elaboró también un brazalete de formas geométricas que la Reina ha lucido en infinidad de ocasiones, no solo para citas importantes, sino también en retratos oficiales.
A Kate Middleton, la Reina le ha prestado la pulsera hasta en dos ocasiones / Gtres
A pesar de que se trata de una pieza de alto valor sentimental para Isabel II, la Reina le ha llegado a prestar la pulsera a Kate Middleton, que la ha llevado en dos ocasiones, prueba de la alta confianza que la soberana deposita en la esposa del príncipe Guillermo por el papel que en un futuro habrá de desempeñar.