El príncipe Enrique, en el punto de mira de Al Qaeda: ordenan su asesinato
El príncipe Enrique está en el punto de mira de Al Qaeda. El duque de Sussex se ha convertido en objetivo del grupo terrorista a raíz de las revelaciones que ha hecho en su autobiografía, Spare, donde asegura que mató a 25 combatientes talibanes durante la segunda etapa que estuvo en Afaginstán, en el año 2012. Aunque el hijo menor del Rey Carlos de Inglaterra ha dicho que no es algo que le diera satisfacción, sí que ha matizado que tampoco se avergonzaba de hacerlo: «Eran piezas de ajedrez quitadas del tablero, gente mala eliminada antes de que pudieran matar a la gente buena».
Carlos III y el Príncipe Enrique posando juntos. / Gtres
Unas declaraciones por parte del duque de Sussex que han generado una gran polémica. De hecho, varios veteranos de guerra del Reino Unido han criticado a Enrique y han asegurado que sus palabras son un ‘error de juicio’ porque no es el estilo del ejército británico considerar al bando enemigo como piezas de ajedrez. «Creo que ese tipo de comentarios que no reflejan la realidad son engañosos y potencialmente valiosos para aquellas personas que desean hacer daño a las fuerzas británicas y al gobierno británico», dijo hace unas semanas el coronel retirado Richard Kemp.
The British regime, whose royal family member, sees the killing of 25 innocent people as removal of chess pieces and has no regrets over the issue, and those who turn a blind eye to this war crime, are in no position to preach others on human rights.
— Iran Foreign Ministry 🇮🇷 (@IRIMFA_EN) January 17, 2023
Pero, más allá de las polémicas en torno a sus palabras, lo cierto es que las revelaciones del príncipe Enrique no han tardado en provocar una reacción en el grupo terrorista Al Qaeda. Tal como se ha podido saber, en su revista One Unmah número 8, que acaba de publicarse, la organización pide a sus miembros que hagan justicia por las acciones del duque de Sussex, al que se refieren como Al Zanim.
Carlos III sonriendo junto al príncipe Enrique. / Gtres
Según esta revista, Al Qaeda considera que la Corona Británica tiene ahora una oportunidad perfecta para vengarse de su ‘hijo disidente’ y permitir que sean las manos islámicas las que se tomen su justa retribución. De alguna manera, la organización está pidiendo al Rey Carlos que deje a su hijo menor sin ningún tipo de protección, ‘abandonado’ a su suerte, para que los miembros de Al Qaeda puedan cobrarse su venganza por las acciones del duque de Sussex. Hay que tener en cuenta, en cualquier caso, que el duque de Sussex ya no es miembro de ‘La Firma’ y que, por tanto, no cuenta con protección oficial, más allá de la que él mismo se financie.
El príncipe Enrique en su docuserie. / Netflix
Asimismo, desde Al Qaeda manifiestan su descontento por cómo se ha gestionado todo lo relacionado con las memorias del príncipe Enrique y el interés que se ha generado en torno a ciertas confesiones del duque de Sussex de carácter íntimo y banal, frente a otras revelaciones que ellos consideran mucho más graves: «como si la sangre de los afganos no tuviera el menor respeto en esta mentalidad arrogante, e incluso el propio Al Zanim se ha referido con racismo inherente a este tipo de seres humanos», declaran en la revista.
1/3- Mr. Harry! The ones you killed were not chess pieces, they were humans; they had families who were waiting for their return. Among the killers of Afghans, not many have your decency to reveal their conscience and confess to their war crimes. pic.twitter.com/zjDwoDmCN1
— Anas Haqqani(انس حقاني) (@AnasHaqqani313) January 6, 2023
No es esto lo único que reclaman, sino que también insisten en que los afganos a los que el príncipe Enrique dio muerte deberían recibir una compensación económica a través de Naciones Unidas y de los Convenios de Ginebra, aunque consideran que esto es algo más que improbable, por «el sentimiento del hombre inglés racista, que piensa que está por encima del resto de los humanos».
El príncipe Enrique con su hermano. / Gtres
En el texto que se ha publicado en la revista, Al Qaeda alude también a la situación del príncipe Enrique y a las consecuencias que ha tenido en su vida la muerte de su madre. De la misma manera, se hace un ataque directo a la Corona Británica y a su decadencia, que se ha puesto especialmente de manifiesto a través de las revelaciones del duque de Sussex en su libro, por cierto, un relato de no ficción que ha batido todos los récords. No obstante, dejan claro que no es su intención perseguir a los Windsor y que su único objetivo es vengar las acciones del Príncipe en Afganistán: «No nos interesa aquí perseguir y narrar estos escándalos y fealdad, y nunca correremos en la órbita de la prensa».