Los detalles del exclusivo último capricho que Pippa Middleton no ha parado hasta conseguir

Pippa Middleton por fin lo ha conseguido. La cuñada del príncipe Guillermo ha logrado la licencia para construir una piscina olímpica en su propiedad de Berkshire. La hermana de la princesa de Gales es una apasionada de la natación y disfruta mucho con la práctica de este deporte, por lo que, para ella, contar con una buena instalación en su casa era algo importante.

Sin embargo, no lo ha tenido fácil. La esposa de James Matthews no quería una piscina cualquiera, sino una de unas dimensiones bastante considerables. Una piscina casi olímpica cuyo coste es bastante elevado. Fue el pasado año cuando Pippa y su marido adquirieron una nueva finca en la zona de Berkshire por un importe de 17 millones de euros. Al tratarse de una propiedad de segunda mano, el matrimonio puso sobre la mesa desde el primer momento una serie de reformas, entre las que se encontraba la construcción de una nueva piscina de 25 metros de largo y 6 de ancho. Unas dimensiones que se consideran muy superiores a las de las piscinas de las viviendas unifamiliares. Es más, en dos de los polideportivos cercanos a la vivienda de la pareja, hay piscinas de este tamaño, lo que permite hacerse una idea de lo que estaba planteando la hermana de la princesa de Gales.

Más allá de lo excéntrico que pueda parecer construir una piscina semiolímpica en una vivienda unifamiliar, lo más llamativo del asunto es que, en lugar de querer ampliar la piscina con la que ya contaba la casa, Pippa Middleton quería hacer una nueva, desde cero. Por este motivo, la cuñada del príncipe Guillermo tuvo que solicitar una serie de licencias, que le fueron denegadas en varias ocasiones, aunque finalmente, ha conseguido su objetivo.

Según ha trascendido, el principal motivo de las constantes negativas al proyecto de construcción de la piscina nueva en la parcela de los Matthews no es otro que la zona en la que Pippa quería ubicar la piscina era, hasta la fecha, un huerto. Por ello, la construcción de la piscina implicaba perder el uso del terreno para la agricultura y destinarlo al ocio. Además, las autoridades recalcaban que cabía la posibilidad de que durante las obras se perdiera una de las paredes del huerto, que podría verse dañada y que se considera de valor histórico.

Y es que no hay que olvidar que la finca que adquirieron los Matthews no es una propiedad moderna, sino más bien todo lo contrario. La casa data del siglo XVII, y según la arqueóloga del consejo de urbanismo, Sarah Orr, se encuentra ubicada en una zona muy cercanaa varios yacimientos de la Edad de Piedra. Esto implica que la construcción de la piscina podría tener algún tipo de impacto en los depósitos arqueológicos.

Sin embargo, la insistencia de Pippa Middleton ha tenido su efecto y, tras muchos intentos, la junta de urbanismo ha accedido a otorgarle la licencia, eso sí, con algunas condiciones. Por ejemplo, se van a excavar pozos de sondeo en algunas zonas, para asegurar que la piscina no afectará a los restos arqueológicos y se ha determinado que, ni la piscina ni la pista de tenis que también quiere construir Pippa Middleton podrán llevar iluminación exterior a no ser que se presente un proyecto específico a este fin.