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Los motivos por los que, de momento, Andrés seguirá siendo príncipe y duque de York

El príncipe ya no va a usar más el título de duque de York

En 2019 ya anunció su retirada de la vida pública

Andrés
El príncipe Andrés en un acto. (Foto: Gtres)
  • Andrea Mori
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«En conversación con el rey y con mi más cercana y extensa familia, hemos concluido que las continuas acusaciones sobre mí provocan la pérdida de atención sobre el trabajo de Su Majestad y de la familia real. He decidido, como siempre he hecho, anteponer mi deber con mi familia y con el país por delante de todo. Mantengo la decisión que tomé hace cinco años de mantenerme alejado de la vida pública. Con el consentimiento de Su Majestad, consideramos que ahora hay que dar un paso más. Por eso no utilizaré más mi título o los honores que se me han conferido. Como ya he dicho antes, niego rotundamente las acusaciones contra mí».

El pasado viernes, a última hora de la tarde, el Palacio de Buckingham sorprendía al emitir este comunicado. Después de horas de rumores y especulaciones entre los periodistas que habitualmente siguen la actividad de la familia real, desde el departamento de prensa hacían llegar a las redacciones un texto en el que por fin se confirmaba el paso que tanto tiempo se había reclamado al príncipe Andrés.

El príncipe Andrés en un acto oficial. (Foto: Gtres)

El príncipe Andrés en un acto oficial. (Foto: Gtres)

El tercer hijo de la Reina Isabel II, salpicado por los escándalos derivados de su polémica relación con Jeffrey Epstein, confirmaba públicamente que no iba a utilizar más el título que con tanto orgullo ha llevado las últimas décadas, así como otros honores que se le han conferido. Mismo modus operandi que cuando en 2019, aún en vida de la madre de Carlos III, Buckingham anunció que el príncipe se retiraba de la vida pública.

Una forma de actuar en la que es Andrés el que toma la palabra y el que, aparentemente decide, aunque la realidad es que tanto entonces como ahora, el paso dado por el príncipe es fruto de las presiones de su familia, con el objetivo de evitar males mayores en la ya maltrecha imagen de la Corona. En este caso concreto, algunas fuentes aseguran que el príncipe de Gales ha tenido mucho que ver ya que Guillermo siempre ha sido más tajante con su tío de lo que lo fue la Reina Isabel II y de lo que lo está siendo el propio Carlos. Al fin y al cabo, los lazos familiares van perdiendo intensidad a medida que avanzan las generaciones.

Aunque de facto el príncipe Andrés ya no va a ser conocido como duque de York, hay algunos matices sobre el comunicado que merece la pena analizar. El príncipe dice claramente que va a anteponer el compromiso y el deber con la institución y el país y que, por tanto, no utilizará más su título o los honores que le confirieron en el pasado. Esto es importante porque en ningún caso Andrés dice que vaya a renunciar al título y a los honores que ostenta desde hace años, ni tampoco se explica si el rey tiene la intención de retirárselos.

Sarah Ferguson y el príncipe Andrés en el funeral de la duquesa de Kent. (Foto: Gtres)

Sarah Ferguson y el príncipe Andrés en el funeral de la duquesa de Kent. (Foto: Gtres)

La nueva situación de Andrés

A pesar de que ya nunca más nos referiremos a Andrés como duque de York ni se espera que participe en actos oficiales -aunque sean de carácter familiar-, la realidad es que el hermano del rey Carlos no ha perdido ni su título ni tampoco sus honores. Algo similar a lo que ocurrió con los duques de Sussex cuando decidieron abandonar La Firma. A Harry y a Meghan se les retiró la posibilidad de utilizar el tratamiento de alteza real, pero nunca lo perdieron.

Andrés es príncipe del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte desde su nacimiento, en virtud de las Cartas Patentes emitidas por Jorge V en 1917. Unas normas en las que se estableció que el título de príncipe correspondería a los hijos del monarca, a los nietos del monarca y al hijo mayor del príncipe de Gales. La Reina Isabel II hizo una modificación en 2013 cuando Kate Middleton se quedó embarazada del príncipe Jorge para garantizar que todos los hijos de la pareja llevaran este título y evitar que, si los entonces duques de Cambridge tenían primero una hija, fuera apartada por un segundo hijo varón.

príncipe Andrés, príncipe Andrés denuncia

El príncipe Andrés en Windsor. (Foto: Gtres)

Por tanto, para que Andrés perdiera el título de príncipe, Carlos III tendría que emitir unas nuevas Cartas Patentes, y no parece que sea su intención en este momento. En cuanto al ducado de York, le fue otorgado a Andrés en 1986, cuando se casó con Sarah Ferguson. Es uno de los ducados reales más importantes, habitualmente asociado al segundo hijo del monarca, de hecho, el padre de Isabel II fue duque de York antes de convertirse en rey a raíz de la polémica abdicación de Eduardo VIII. Se le otorgó de manera hereditaria, pero solamente por línea masculina, lo que significa que, a su muerte, volverá a la Corona. La única posibilidad de que lo mantuviera su estirpe sería que se casara de nuevo y tuviera un hijo. En caso de que esto sucediera -algo muy improbable-, su hijo sí que podría rechazarlo, eso sí, en un plazo inferior a los primeros 12 meses tras heredarlo.

Para retirarle este título se necesitaría una nueva ley del Parlamento, con todas las dificultades que esto podría entrañar. El monarca tendría que seguir un proceso legal complejo, ya que la retirada de títulos no es una prerrogativa directa del jefe del Estado. Un proceso que no es nada habitual, a pesar de que sí que existen precedentes. Por ejemplo, en 1917 cuando se le retiraron títulos a nobles que apoyaron al enemigo durante la Primera Guerra Mundial gracias a la Titles Deprivation Act. Uno de los casos fue el del conde de Argyll. No obstante, existen algunos proyectos legislativos que buscan otorgar mayores facultades para retirar títulos nobiliarios, pero todavía no se ha puesto en marcha ninguno.

Príncipe Andrés, rey Carlos III

El rey Carlos III con el príncipe Andrés en un acto oficial. (Foto: Gtres)

Por lo tanto, el príncipe va a seguir siendo duque de York hasta su muerte, a pesar de que no pueda utilizarlo. Además, también conserva el tratamiento de alteza real, a pesar de que ya en 2019 accedió a no usarlo. A esto hay que sumar las órdenes y condecoraciones que poseen, como la de la Jarretera, la Gran Cruz de la Real Orden Victoriana y la Gran Cruz de La Orden de San Olav. No le veremos con ellas en ningún acto, pero no se le han retirado. Todo apunta a que, por ahora, con la renuncia de Andrés es suficiente para proteger a la institución y no es necesario iniciar acciones que puedan complicar aún más el reinado de Carlos III. Quizás en tiempos de Guillermo las cosas sean de otra manera.

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