El motivo que hace pensar en la inminente mudanza de Cristina de Borbón
La infanta Cristina no puede vivir sin su marido
a ‘celda’ de Urdangarin es un apartamento de 450 m2 pintado de colores “para alegrar la vista”
La infanta Elena acude a Ginebra para arropar a la infanta Cristina
Una nueva oportunidad para doña Cristina. Aunque la Infanta parece tener su vida estabilizada en Ginebra, el ingreso en prisión de su marido, Iñaki Urdangarin podría hacerle replantearse su situación. La ciudad suiza alberga demasiados recuerdos y España no es por ahora un lugar ‘amigable’ para la familia. Sin embargo, existe una solución que podría resultar idónea en caso de que la hija menor de los Eméritos quisiera plantearse un cambio.
La respuesta vendría, una vez más, de la mano de uno de los grandes amigos del rey Juan Carlos, el mismo que le brindó una oportunidad cuando hubo de trasladarse a la capital del Leman. El Aga Khan acaba de celebrar estos días su Jubileo en la ciudad de Lisboa, una ciudad que resultaría idónea para que el clan Urdangarin empezara de nuevo en un destino que se encuentra a tiro de piedra de Madrid, y por tanto, de Brieva.
Lisboa, ciudad de oportunidades
En mayo de 2011 y tras una incesante búsqueda, el Príncipe adquirió en la capital portuguesa el Palacio Henrique Mendoça por la nada desdeñable cifra de 12 millones de euros. Su objetivo era establecer en la ciudad la nueva sede de su fundación, dedicada a proyectos de cooperación internacional -un área que domina la infanta doña Cristina-, a la vez que destinar una parte del edificio a su uso personal. El palacio es uno de los edificios históricos más importantes de la ciudad y la decisión del líder religioso de instalarse en la capital suponía a la vez un fuerte impulso económico para el país, por lo que el Gobierno no dudó en facilitarle el camino.
Dos años más tarde, las expectativas se han cumplido y el momento no puede ser más idóneo. Por un lado, el Jubileo del Aga Khan es una fecha idónea para que la nueva sede lisboeta abra sus puertas y, por otro, la Infanta pasa por una etapa complicada, por lo que un cambio de aires podría suponer un alivio.
Los últimos días, la capital lusa se ha volcado con el líder religioso, quien ha sido recibido con todos los honores de un Jefe de Estado, que aunque no gobierne sobre un territorio geográfico, tiene una gran influencia política y a nivel espiritual está considerado el representante de Mahoma en la Tierra desde que sucediera a su abuelo.
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La nueva sede de Lisboa tiene por objetivo relevar a la sede de Ginebra, donde trabaja actualmente doña Cristina. Se desconoce por ahora si el Aga Khan tiene pensado mantener algún tipo de estructura en la ciudad suiza o si por el contrario su intención es trasladarlo todo a la capital portuguesa. Si esto fuera así, la hija de los Eméritos podría tener que replantearse su situación. En cualquier caso, Portugal es un país con muchos vínculos pasados con la familia Borbón, en el que seguro que se encontraría cómoda.
Tanto es así, que el Palacio de Mendoça está ubicado en el denominado ‘eje español’ de la capital’, frente a El Corte Inglés y a poca distancia de la residencia del embajador de España, lo que aportaría a la hija de don Juan Carlos una sensación de proximidad a casa. Además, en caso de que su marido fuera trasladado a otra prisión, por ejemplo Badajoz, doña Cristina tardaría apenas hora y media en llegar para visitarle. Sin embargo, por ahora, no hay movimientos y el clan Urdangarin permanece en su fuerte de Ginebra.
Varios puntos en común con doña Letizia
En la apretada agenda del Aga Khan con motivo de este especial aniversario, se han organizado en la capital portuguesa numerosas actividades, entre las que se incluyen conciertos, exposiciones e incluso cenas de Estado. El íntimo amigo de don Juan Carlos ha podido reunirse con el presidente portugués, Rebelo de Sousa, quien además mantiene una excelente relación con los reyes don Felipe y doña Letizia y estuvo hace apenas unos meses en España. De hecho, fue Rebelo de Sousa quien regaló a la Reina unos preciosos pendientes de filigrana lusa y el encargado de que ante Sus Majestades actuara la artista Cuca Roseta, que también ha deleitado con su voz al Aga Khan.
Una amistad que perdura
La relación entre don Juan Carlos y el Aga Khan se remonta a los tiempos escolares. Los dos príncipes coincidieron en el prestigioso internado Le Rosey de Gstaad y ya desde entonces se hicieron inseparables. Por eso, cuando saltó el escándalo Nóos, el entonces Rey no dudó en pedirle ayuda al líder religioso para que ofreciera una ‘vía de escape’ a su hija que resultó ser un trabajo coordinado entre la Fundación La Caixa y la Fundación Aga Khan. Ahora solo queda saber cuál será el próximo paso, un paso que ya depende por entero de doña Cristina.