Felipe y Letizia: reyes de la espontaneidad ‘cuando nadie los ve’
Los Reyes no son muy dados dedicarse gestos de cariño en público, pero hay situaciones en las que la ocasión lo merece.
En los actos en los que participan los Reyes si hay algo que suele primar esto es, sin lugar a dudas, el protocolo. Cada uno de los gestos, movimientos y vestuario que lucen tanto don Felipe como doña Letizia está perfectamente medido, de manera que no haya lugar al error -tampoco en realidad a la espontaneidad-. No obstante, siempre queda un pequeño hueco para la improvisación, sobre todo cuando se interactúa con otras personas.
La reina Letizia se acerca a don Felipe tras recibir la Medalla de Honor de Andalucía / Gtres
No obstante, en los últimos tiempos, dadas las circunstancias marcadas por la pandemia del coronavirus, la higiene y la distancia de seguridad han hecho que la espontaneidad quede prácticamente reducida a cero, para evitar cualquier tipo de riesgo. Sus Majestades se acercan en algún momento a las personas que se concentran en las inmediaciones de los recintos en los que se celebran los actos a los que acuden, pero no se produce un contacto directo con ellos por motivos de seguridad.
Sin embargo, en un aspecto en el que resulta imposible medirlo todo es precisamente en el comportamiento entre don Felipe y doña Letizia. Y es que, al margen de ser el jefe del Estado y la Primera Dama, son matrimonio y, por eso, no resulta extraño que en alguna ocasión les pueda la espontaneidad.
Don Felipe y doña Letizia en una visita a La Gomera hace algunos años / Gtres
Esto es precisamente lo que ocurrió a principios de semana en la ciudad de Sevilla, donde se trasladaron para un importante acto. Don Felipe recibía la primera Medalla de Honor de Andalucía ante la mirada orgullosa de doña Letizia, que no pudo evitar darle un discreto abrazo. Un gesto espontáneo que no es la primera vez que se produce, aunque sí es cierto que Sus Majestades son bastante comedidos en este ámbito e intentan evitar dedicarse gestos de cariño más allá de miradas cómplices.
Don Felipe, siempre muy pendiente de la Reina en cada uno de los actos que comparten / Gtres
Desde su enlace en el mes de mayo de 2004 han sido muy pocas las veces en las que se han dedicado abiertamente algún tipo de carantoña en público. De hecho, el mismo día de su boda sellaron su amor con un casto beso en la mejilla y esta ha sido la tónica de su relación. Solo un año en Palma de Mallorca les vimos dándose un beso en los labios haciendo caso omiso de la presencia de las cámaras. En otras ocasiones, sí que se han dado algún discreto beso en la mejilla.
El casto besos de los príncipes de Asturias en su boda en 2004 / Gtres
Porque para ellos la discreción manda, pero ello no es óbice para que en momentos de tanta importancia como el que acaba de protagonizar don Felipe, la Reina tenga que disimular su orgullo en lugar de demostrarle abiertamente su amor. Repasamos en nuestra galería algunos de los momentos más entrañables de Sus Majestades.