Leonor de Borbón, símbolo de la continuidad de la monarquía, cumple 19 años
Hace hoy 19 años, decenas de periodistas, fotógrafos y cámaras de vídeo esperaban pacientemente a las puertas de la madrileña Clínica Rúber Internacional a que alguien les diera la noticia. Por fin, a eso de las dos de la madrugada, llegó. La Princesa de Asturias, doña Letizia, había dado a luz en un parto por cesárea a una niña que había pesado 3, 54 kg y medido 47 cm. Era la una menos cuarto de la madrugada de un 31 de octubre. Los príncipes tenían una heredera.
En rueda de prensa el príncipe Felipe explicó que se llamaría Leonor «porque tiene muchos vínculos históricos y porque nos gusta». Era la primogénita de los ahora Reyes y se convertía en la heredera del entonces heredero al trono. La perpetuidad de la dinastía, lo más importante en una monarquía, quedaba asegurada. Recibió la dignidad de infanta de España, título que llevó hasta que su padre se convirtió en Rey en 2014, pasando ella a ser Princesa de Asturias, título que llevará hasta que se convierta en Reina de España.
Su nacimiento trajo consigo alegría para su familia y buena parte del pueblo, pero también reabrió el debate de la sucesión establecida en la Constitución en que prevalece el derecho del hombre sobre la mujer (ley Agnaticia). Así sucedió con los hijos de don Juan Carlos y doña Sofía que tuvieron primero dos hijas, las infantas Elena y Cristina, pero el heredero fue Felipe, por ser varón, a pesar de haber nacido en tercer lugar. El año en el que nació Leonor de Borbón el gobierno estaba presidido por José Luis Rodríguez Zapatero quién manifestó que era su intención reformar ese aspecto de la Carta Magna, cosa que ni sucedió entonces ni ha pasado hasta ahora. Es un tema, por lo tanto, pendiente, delicado y de complejo alcance ya que habría que realizarse por el procedimiento agravado, tal y como está descrito en el X Título de la Constitución en su artículo 168.
Los príncipes de Asturias presentan a Leonor de Borbón y Ortiz en las puertas de la Clínica Rúber de Madrid (Foto: Gtres).
El 14 de enero de 2006 fue bautizada en el Palacio de la Zarzuela por el arzobispo de Madrid, Rouco Varela, en una pila bautismal románica usada para príncipes e infantes españoles desde el siglo XVII y con agua del río Jordán. Su padrinos fueron los entonces Reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía. Recibió el nombre de Leonor de todos los Santos.
El 29 de abril de 2007, cuando todavía no tenía 2 años, dio la bienvenida al mundo a su hermana, la infanta Sofía que pasaría a ser su gran compañera de juegos en la infancia y apoyo ahora que ya ambas están cada vez más presentes en actos representando a la Casa Real. Las imágenes de ambas en cualquier acto oficial revelan la inmensa complicidad y el apoyo y cariño mutuo que se tienen.
Presentación a los medios de la infanta Sofía. (Foto: Gtres).
Los primeros años de Leonor de Borbón
La princesa de Asturias, a diferencia de otros herederos europeos, ha estado siempre muy protegida de los flashes por expreso de sus padres quienes primaron en su infancia la privacidad de la entonces infanta, procurándole, en la medida de lo posible, unos años «normales». Pocas veces podían los españoles ver a las hijas de los príncipes de Asturias, salvo contadas ocasiones como el primer día de colegio o los posados en Mallorca, tanto en Semana Santa como en verano.
En 2008 y siguiendo los pasos de su padre, Leonor de Borbón fue matriculada en el Colegio Santa María de los Rosales, un centro mixto y con educación religioso en Aravaca, muy cerca de la Zarzuela. Ahí permaneció hasta que terminó la ESO.
Primer día de colegio de Leonor de Borbón. (Foto:Gtres).
En el año 2010, cuando Leonor tenía 4 años, se uniría su inseparable hermana, la infanta Sofía, al mismo colegio para comenzar, como ella, su etapa escolar. Como siempre cada septiembre, acudió acompañada de sus orgullosos padres, los príncipes de Asturias. Una imagen que se repetía cada septiembre y que permitía ver a los españoles cómo iban creciendo las infantas.
Los entonces príncipes de Asturias acompañan a sus hijas al primer día de colegio en 2010. (Foto: Gtres).
Leonor, princesa de Asturias, Gerona y Viana
El 2 de junio de 2014 don Juan Carlos de Borbón comunicó su decisión de abdicar, convirtiéndose en Rey, su hijo y heredero, Felipe. Leonor de Borbón dejó entonces de ser infanta para convertirse en la princesa de Asturias, tal y como indica la Constitución para el heredero al trono de España y cuyas raíces están en la etapa de la Corona de Castilla (siglo XV).
Tal título lo ostenta junto al de princesa de Gerona y princesa de Viana desde el 19 de junio de ese año, siendo la cuadragésima primera titular del principado y la cuarta en ostentar la dignidad de heredera a la corona. Tan solo Isabel la Católica, su hija Juana I de Castilla e Isabel II tuvieron tal tratamiento por derecho propio. La segunda jamás llegó a reinar aunque nunca las Cortes de Castilla la despojaron de su título y la tercera terminó en el exilio.
Los títulos tienen su explicación en la rica Historia de España. Así, en la Corona de Aragón se habilitó primero el título de marqués para luego convertirlo en príncipe de Gerona (1351 y 1416); conde de Cervera (1351) en calidad de heredero del reino de Valencia; duque de Montblanc (1387) para la herencia del principado de Cataluña y Señor de Balaguer para identificar la sucesión en el reino de Mallorca. De igual forma, en el reino de Castilla se creó el título de príncipe de Asturias (1388) y en el reino de Navarra, el de príncipe de Viana (1423).
Leonor de Borbón besa a su abuelo, el Rey Juan Carlos I. (Foto: Gtres).
Uno de los momentos más emotivos de su recién estrenada vida de princesa de Asturias fue cuando su padre, el Rey Felipe VI, le concedió el Toisón de Oro el 30 de octubre de 2015, justo un día antes de cumplir diez años. Se trata de la más alta condecoración dinástica de España. Se concede desde 1430 y Leonor de Borbón es la cuarta mujer en recibirlo después de la princesa Beatriz de Holanda, Margarita II de Dinamarca e Isabel II del Reino Unido.
Leonor de Borbón recibe de manos de su padre el Toisón de Oro. (Foto: Gtres).
La Reina Letizia habla cariñosamente con su hija, la princesa de Asturias. (Foto: Gtres).
Adolescencia y bachillerato
Siguiendo la misma senda de casi todos los herederos europeos, tanto la princesa de Asturias como su hermana la infanta Sofía, al terminar la ESO, iniciaron Bachillerato Internacional, concretamente en el internado británico UWC Atlantic College, en Cardiff, Gales. La hija menor de los Reyes, de hecho, sigue estudiando ahí.
La princesa de Asturias en el Atlantic College. (Foto: Gtres).
Su carrera militar
Una vez culminados sus dos años de Bachillerato, Leonor comenzó su etapa de formación militar que todavía sigue. En 2023 se integró en las Fuerzas Armadas. Comenzó el 17 de agosto en la Academia Militar y acabó el 3 de julio de 2024, haciendo en ese tiempo dos cursos en uno.
Leonor de Borbón en la entrega de despachos en Zaragoza, julio de 2023. (Foto: Gtres).
La Reina Letizia abraza con cariño a su hija mayor, la princesa de Asturias, en Zaragoza. (Foto: Gtres).
Premios Princesa de Asturias
Uno de los papeles más relevantes de la Princesa de Asturias es el de Presidenta de Honor de los prestigiosos premios que llevan su nombre y que en su pasada edición 2024 los presidió por primera vez como mayor de edad. La primera vez que acudió fue en el 2019, por supuesto acompañada de su inseparable hermana, la infanta Sofía.
Leonor de Borbón, en su primera vez en los Premios que llevan su nombre, en 2019. (Foto: Gtres).
La princesa de Asturias en Oviedo en los premios que llevan su nombre, en 2022. (Foto: Gtres).
La princesa de Asturias en Oviedo en los premios que llevan su nombre, en 2023. (Foto: Gtres).
La princesa de Asturias en Oviedo en los premios que llevan su nombre, en 2024. (Foto: Gtres).
Un futuro prometedor y esperanzador
Leonor de Borbón, princesa de Asturias, Gerona y Viana tiene todavía por delante una larga formación militar y universitaria. A pesar de lo poco que se prodiga públicamente, aunque desde que cumplió la mayoría de edad, es cada vez más frecuente, es ya un rostro conocido por los españoles que, además, apuestan por ella como figura de la continuidad. Tiene el mismo nivel de popularidad que su padre y va in crescendo. Lo que los españoles contestan en las encuestan sobre ella es cómo valoran el papel profesional que ejerce pese a su juventud, así como su dulzura y belleza.
Sin duda es el gran activo de la corona española, una gran garantía de estabilidad y continuidad. Un puesto que se ha ganado a pulso gracias a esa actitud «regia» que exhibe y que le sale de forma tan natural.