La infanta Elena muestra su mejor sonrisa en medio de la polémica
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La infanta Elena, ajena a toda polémica, continúa haciendo lo que más le gusta: montar a caballo. Después de que OKDIARIO contara en exclusiva que la hermana del Rey estaba siendo investigada por la Fiscalía suiza por un supuesto uso de la offshore Lactuva para recibir dinero de la fortuna oculta de Juan Carlos I, la hija del emérito ha preferido hacer caso omiso a los comentarios con una sesión de hípica en la capital.
En medio del escándalo, la cuñada de la reina Letizia ha optado por retomar su día a día con total normalidad disfrutando de la equitación, una de sus grandes pasiones. Con una sonrisa de oreja a oreja y muy bien equipada, Elena ha vivido una mañana de lo más divertida rodeada de caballos. Quién iba a decir que el rostro de la primogénita de los reyes eméritos luciría radiante y alegre teniendo en cuenta las informaciones de los últimos días en las que su situación se podría ver bastante comprometida.
Además de haber practicado una serie de ejercicios a caballo, la infanta ha tenido tiempo de hacer un descanso y charlar con algunos de los allí presentes. Eso sí, haciendo uso de una de sus señas de identidad, un gorro de fieltro que demuestra la predilección de la tía de la princesa Leonor por este tipo de complementos atemporales.
Una sonrisa como “escudo” para los problemas
Esta reaparición de la infanta coincide con un momento muy convulso para ella. La madre de Victoria Federica y Froilán se ha visto envuelta en un escándalo después de que OKDIARIO accediera a una parte del sumario P/14783/2018, investigado por el fiscal suizo Bertossa y en el que se dispone de la documentación bancaria de Fondation Zagatka. Aunque el Fiscal de Ginebra mantiene bajo secreto toda la información sobre el tema, se demuestra que los directivos hicieron una transferencia a la offshore de Panamá Lactuva S.A. con la cifra de 85.044 euros durante los primeros 6 meses de 2018.
La información hizo que saltaran las alarmas a lo largo y ancho del globo, siendo máxima la expectación sobre cómo actuaría la infanta Elena después de darse a conocer los últimos datos. A priori la hija de doña Sofía decidió cambiar sus horarios para no toparse con la prensa mientras acudía a su puesto de trabajo en la Fundación Mapfre. Para conseguirlo, se demoró más que de costumbre aunque en todo momento guardó la calma y silencio sepulcral. Una situación que ya habíamos vivido cuando Elena estuvo envuelta en una polémica similar hace tan solo un año, al darse a conocer que tanto ella como sus hijos hacían uso personal de las tarjetas black del rey Juan Carlos.
Aunque esquivar a la prensa o mantener la seriedad hayan sido las estrategias más frecuentes de la infanta Elena en momentos como el acontecido, esta misma mañana la infanta ha decidido dar un cambio de 180 grados en su actitud y apostar por lucir sonrisa. Una manera de demostrar que está tranquila pese a las últimas noticias y que, aparentemente, tiene todo bajo control.