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En imágenes: el gran susto del Rey Felipe VI en el Aifos al caerle una vela a centímetros de su cabeza

El Rey Felipe VI ha vivido un momento de tensión al caer una vela con su botavara muy cerca de él

A pesar del susto, el monarca ha reaccionado con serenidad y continuó con normalidad

La Copa del Rey Mapfre es una cita náutica que Felipe VI sigue con entusiasmo desde su juventud

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Marta Menéndez
  • Marta Menéndez
  • Televisión, moda y corazón. Periodista de vocación y comunicadora de formación, me he movido entre estudios de radio, redacciones digitales y bastidores de redes sociales. He narrado la actualidad en la 'Cadena SER', seguido la pista a las nuevas tendencias en 'El Independiente' y escrito sobre lifestyle y empresas en la 'Revista Capital'. En 'Diez Minutos', combiné redacción y estrategia digital como Community Manager. Ahora escribo en LOOK, donde cubro actualidad televisiva, moda, celebrities y realeza.
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Este jueves 31 de julio, el Rey Felipe VI vivió un momento de tensión a bordo del Aifos, el velero de la Armada Española con el que compite en la 43ª edición de la Copa del Rey Mapfre de vela en la bahía de Palma de Mallorca. Lo que parecía ser una jornada náutica más, dentro de una tradición veraniega muy consolidada para el monarca, estuvo a punto de convertirse en un incidente de consecuencias graves cuando una pesada vela, junto con su correspondiente botavara, cayó a escasos centímetros de donde se encontraba sentado.

Como cada mañana desde el inicio de la competición, el Rey Felipe llegó alrededor de las 11:30 horas al Real Club Náutico de Palma, saludó a su tripulación y subió al Aifos para preparar los últimos detalles antes de que diera comienzo la prueba del día. En ese momento, el monarca se encontraba revisando el contenido de su mochila, aparentemente concentrado y ajeno a cualquier señal de peligro. Sin embargo, minutos antes del inicio de la regata, una vela sujeta por una botavara cayó desde varios metros de altura, provocando sobresalto entre los presentes.

La botavara, un componente esencial en el aparejo de un velero que ayuda a controlar la orientación de la vela mayor, tiene un peso considerable y puede resultar peligrosa si no se maneja con la debida precaución. En este caso, la caída fue fortuita, pero extremadamente cercana al monarca, lo que generó gestos de preocupación e incluso pánico momentáneo entre algunos miembros de la tripulación. No obstante, lo más llamativo fue la reacción del propio Felipe VI, quien, sin alterarse ni perder la compostura, se limitó a observar durante unos segundos lo que había ocurrido y, con sorprendente serenidad, volvió a sus tareas previas como si nada hubiera sucedido.

Afortunadamente, la casualidad, o quizás el protocolo de seguridad habitual a bordo, hizo que el monarca se encontrara fuera del radio de impacto. De haber estado unos centímetros más cerca, la caída podría haberle provocado una lesión importante. Este percance, aunque quedó en un susto, pone de manifiesto tanto el riesgo inherente a este tipo de competiciones náuticas como el temple del jefe del Estado ante situaciones inesperadas.

La jornada de este jueves marca la tercera de las pruebas dentro de la Copa del Rey Mapfre, una cita anual a la que Felipe VI acude con entusiasmo, no por compromiso institucional, sino por su genuina pasión por la vela. Esta afición se remonta a su adolescencia, cuando a los 16 años participó por primera vez en una regata a bordo del Sirius IV, también de la Armada Española. Desde entonces, ha mantenido una relación estrecha con este deporte, y su participación en el campeonato veraniego se ha convertido en una constante de su agenda privada.

El Aifos, actualmente comandado por el almirante Jaime Rodríguez Toubes, es una embarcación veterana dentro de la flota que compite en la categoría ORC 0, reservada para los barcos de mayor eslora. Aunque este año no parte como favorito y se encuentra en octava posición en la clasificación general, el Rey manifestó días antes de comenzar la competición su deseo de alcanzar un buen resultado. En la edición anterior, lograron una meritoria segunda posición.

Durante esta semana de regatas, Felipe VI solo se ha ausentado el lunes debido a compromisos institucionales en el Palacio de la Almudaina. Ni la princesa Leonor ni la infanta Sofía han hecho acto de presencia en las actividades relacionadas con la Copa del Rey, reflejando que, por el momento, la afición a la vela no parece haber calado en las nuevas generaciones de la Familia Real. La ceremonia de clausura y entrega de premios tendrá lugar el próximo sábado 2 de agosto, también con la presencia de Felipe VI. Su participación no solo mantiene viva la tradición, sino que contribuye a reforzar el perfil internacional del evento, que este año ha reunido a más de 130 equipos procedentes de 24 países, con más de 1.700 regatistas.

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