El duque de Edimburgo la vuelve a liar
Hace apenas unos días, en su mensaje de Navidad, la reina Isabel agradecía a su marido, Felipe de Edimburgo, su apoyo durante los ya 70 años que dura su matrimonio y hacía hincapié en su peculiar sentido del humor, ha vuelto a hacer gala en el último día del año.
Una vez más, el Duque ha hecho gala de su peculiar sentido del humor. / Gtres
Ha sido en la tradicional misa de fin de año en la iglesia de St. Mary Magdalene de Norfolk. Acompañado por su hija, la princesa Ana, el marido de Isabel II se encontraba saludando a varias personas que se han acercado hasta las inmediaciones del templo para felicitar el año a los Windsor cuando, de repente , el Duque se ha fijado en un hombre que lucía una tupida barba pelirroja.
El duque de Edimburgo y la princesa Ana / Gtres
Ni corto ni perezoso, el Príncipe le ha señalado con el dedo de manera burlona al tiempo que se dirigía a uno de los miembros de su equipo de seguridad diciendo: «¿Es un terrorista?».
Tanto el tono como las formas del Duque dejaban claro que se trataba de una broma, de hecho, tanto el propio implicado como varias personas a su alrededor que presenciaron la cómica escena empezaron a reírse. Una escena que la Reina no ha podido contemplar ya que ha llegado directamente en coche a la iglesia.
El duque de Edimburgo y la princesa Ana / Gtres
Aunque no se ha confirmado, se cree que quizás se trate de una broma que Felipe de Mountbatten haya estado haciendo a su nieto Harry durante las navidades, ya que el hijo menor de Lady Di luce una barba pelirroja muy similar a la del hombre que en esta ocasión ha resultado objeto de las burlas del Duque.
El duque de Edimburgo y el príncipe Harry/ Gtres
No es la primera vez que el marido de la Reina se convierte en protagonista por sus comentarios o por su peculiar sentido del humor. Aunque el Duque vive retirado de la vida pública desde hace varios meses, quedan para la Historia algunas de sus frases más célebres como cuando a un estudiante británico que había estado viviendo en Nueva Guinea le preguntó cómo se las había arreglado para que no le comieran o cuando en Kenia le preguntó a una mujer si de verdad era una mujer.