Todos los gestos, detalles y claves del Día de la Hispanidad

No ha sido un 12 de octubre cualquiera. Para empezar, se han celebrado los 40 años de la Carta Magna. Muchos cambios, el más notable en el Gobierno. Primer Día de la Hispanidad para un Pedro Sánchez que fue recibido con abucheos y pitos. Ha llamado especialmente la atención que Begoña Gómez ha preferido no estar presente en el desfile, aunque sí que fue al besamanos. En clave política, el vídeo institucional difundido la Moncloa enfatizaba la “diversidad”, la “igualdad”, el “feminismo”, la “solidaridad” y el “ecologismo”, un mensaje diferente al que lanzaron sus predecesores en el Gobierno, que recalcaban el “orgullo de ser español”.

Con una puntualidad impecable, a las 11.00 horas, SS.MM. Los Reyes y sus hijas llegaban a la Plaza de Lima montados a bordo del lujoso Rolls Royce que utilizaron el día de la proclamación, con la placa de matrícula color carmesí (el escudo de Felipe VI es así), y con la de la Princesa en azul Asturias, todos saludando efusivamente y escoltados por la Guardia Real.

Los estilismos de la Familia Real

En clave de atuendos, esta vez, Felipe VI ha vestido con el uniforme del Ejército de Tierra. La reina Letizia ha vuelto a revalidar su idilio (casi) eterno con Felipe Varela, con un estilismo en tono arena de falda midi vaporosa de chantilly y bordados, que ha conjuntado con una chaqueta entallada de doble botonadura confeccionada en crepe de lana y zapatos a tono, modelo Vela de Lodi, otra de sus firmas fetiche. Mientras tanto, la princesa Leonor ha optado por un look en rojo con estampado tartán. La heredera también ha portado el Toisón de Oro que le impuso su padre el pasado 30 de enero. Por su parte, la infanta Sofía se ha decantado por un dos piezas, también de cuadros, pero en azul, completado con un top de manga francesa, falda de tablas y las bailarinas de idéntico color.

Terminados estos primeros actos de bienvenida, la lluvia ha sido la invitada indeseada de esta Hispanidad y ha obligado a suspender el desfile aéreo y terrestre, que iba a contar con la participación de unidades del Ejército, la Armada, la Guardia Civil, la Unidad Militar de Emergencias y la Guardia Real los honores militares. Lo que sí se pudo realizar sin mayor novedad fue el salto paracaidista con el izado y demás homenajes a la Bandera Nacional, conmemorando la llegada de Colón a América.

La importancia creciente de Leonor de Borbón

En la tribuna de autoridades hemos podido ver las confesiones y sintonía del rey Felipe VI con Leonor de Borbón y es que la heredera está cada día más integrada en este tipo de actos oficiales, tal y como demostró en Covadonga hace unas semanas. También es la primera vez que se sienta a la derecha de su padre, un lugar destinado hasta ahora para la Reina.

Si el año pasado fue Doña Letizia la que estuvo pendiente de móvil, esta vez ha sido el líder del Partido Popular, Pablo Casado, el que ha echado alguna que otra ojeada a su smartphone. Una anécdota divertida dentro de un día de cielo gris. Victoria Federica y la infanta Elena han utilizado también el móvil, pero para inmortalizar el emotivo desfile, ataviadas con la bandera española.

Un besamanos marcado por un grave fallo

Lo siguiente ha sido la tradicional recepción oficial que ejercen los Reyes como anfitriones en el Palacio Real. Los primeros en pasar por el besamanos han sido Pedro Sánchez y Begoña Gómez, que han protagonizado el momento más comentado al incurrir en un grosero error de protocolo: el presidente del Gobierno y su esposa se han colocado junto a los Reyes para unirse a ellos en el tradicional besamanos y ejercer de anfitriones al resto de invitados. Por suerte, un miembro del personal de los monarcas ha estado rápido para reconducir la situación. Además, miembros destacados de la sociedad española, como Isabel Preysler y su pareja, el escritor Mario Vargas Llosa, han acudido a la recepción de los reyes.

Una vez cumplimentado todos los actos marcados en este Día de la Hispanidad, los Reyes vuelan a Mallorca para visitar las zonas devastadas por las tormentas y comprobar in situ el drama que se vive en las islas.