Cinco años desde la retirada de la vida oficial de Juan Carlos I y diez desde su decisión más inesperada
El 3 de agosto de 2020, se hizo pública la voluntad de Juan Carlos I de abandonar España
Mariano Rajoy anunció la noticia de la abdicación el 2 de junio las 10.30 horas
Juan Carlos I reinó en España desde el 22 de noviembre de 1975 hasta el 18 de junio de 2014
La noticia corría como la pólvora y conmocionaba a todo el país. El 2 de junio de 2014 Juan Carlos I comunicaba al Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, su voluntad de abdicar mediante la entrega de un escrito, firmado en su presencia, que decía literalmente: «…Por todo ello, guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los españoles y una vez recuperado tanto físicamente como en mi actividad institucional, he decidido poner fin a mi reinado y abdicar la Corona de España, deponiendo en manos del Gobierno y de las Cortes Generales mi magistratura y autoridad para que provean a la efectividad de la sucesión en la Corona conforme a las previsiones constitucionales…».
La Ley Orgánica 3/2014, de 18 de junio, por la que se hizo efectiva la abdicación de Juan Carlos I de Borbón se publicaba en el BOE un día después. Una ley con un solo artículo para evitar problemas. La decisión que había sido anunciada el 2 de junio, se haría efectiva el día 19, tras la aprobación y posterior publicación en el Boletín Oficial del Estado. Rafael Spottorno fue el jefe de la Casa Real entre 2011 y 2014 y como tal lideró la maniobra arropado por un selecto grupo de elegidos, entre ellos, la entonces Princesa Letizia y el Príncipe Felipe. «Doña Sofía, no tuvo ni arte ni parte», confesó Spottorno durante una conferencia en el Ateneo de Madrid esta semana.
El ex ministro Landelino Lavilla recomendó que la ley debería ser muy breve para que no suscitara debate alguno en el Congreso, y así se hizo. Juan Carlos I mantendría para sí, de forma vitalicia y honorífica, el título de Rey, y su hijo Felipe de Borbón y Grecia pasaba a ostentar la jefatura del Estado con el nombre de Felipe VI.
Antecedentes
A partir de 2011, la imagen pública del Rey empezó a tambalearse por el caso de corrupción Nóos, que salpicaba de lleno a su hija la infanta Cristina de Borbón y a su marido Iñaki Urdangarin. Finalmente, ella salió absuelta.
En abril de 2012 todo se precipitó. Tras el accidente ocurrido durante un viaje a Botsuana, se supo que -en plena crisis económica en España- el monarca había viajado al país africano para cazar elefantes con su «amiga entrañable», Corinna Larsen; amiga con quién incluso el monarca se planteó casarse.
El Rey padecía graves problemas de salud, además. Había sido sometido a varias intervenciones quirúrgicas y tenía problemas de movilidad: la cadera izquierda; una hernia discal; y en septiembre de 2013, la segunda operación de la cadera izquierda.
La primera persona que supo de las inquietudes del Rey fue Félix Sanz Roldán, director del Centro Nacional de Inteligencia y amigo personal del monarca, según dicen las crónicas de la época. La abdicación le rondaba por la cabeza hacía tiempo – un año antes parece ser – y fue una decisión que el Rey pergeñó en solitario. «La decisión firme la toma en febrero de 2014», según reveló el propio Spottorno, durante la conferencia que dio la pasada semana en Madrid, y «fue una decisión de la que nunca se arrepintió», añadió.
Grupo de trabajo
El jefe de la Casa cuando lo supo reaccionó y convocó, entre otros, a sus dos antecesores en el cargo, Fernando Almansa y Alberto Aza, para diseñar el futuro de la institución creando un grupo de trabajo. La Carta Magna no precisaba cuál era el papel del Congreso en una situación así, ni si podrían los políticos impedir dicha abdicación. No había precedente. Y surgió la gran duda, ¿Juan Carlos I podría seguir residiendo en La Zarzuela tras abdicar la corona?. Al final, el Rey se fue a vivir a Abu Dabi.
Durante el año 2013, todavía no lo tenía muy claro . El Rey dudaba si debía dar un paso atrás o a un lado. Juan Carlos I sostenía entonces que «los reyes sólo se van cuando mueren» y que él jamás renunciaría. Pero el tiempo y los hechos le forzaron a abdicar. El discurso del 6 de enero de 2014, durante la Pascua Militar, evidenció que el monarca no estaba bien del todo. Tenía 76 años recién cumplidos y muy bien celebrados con una gran fiesta en Londres la noche anterior, por cierto, según contó la propia Corina. Le temblaron las palabras del discurso y le tembló el cuerpo durante el acto oficial. Fue un día para olvidar, que marcó el camino sin retorno. En marzo, el monarca claudica.
El 2 de junio
El día 26 de marzo, según dicen, Juan Carlos I comunica a su hijo Felipe la decisión de abdicar, y el día 31, al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien cuenta con la colaboración de Alfredo Pérez Rubalcaba desde el primer momento, y a quien «el propio Rey también pidió ayuda», según contó Rafael Spottorno.
La noticia está en el aire. El riesgo de filtraciones a la prensa precipita los acontecimientos y se decide adelantar la fecha del anuncio de la abdicación al día 2 de junio. A las 10.30 horas, Rajoy avanzaba la intención del Rey de renunciar al trono y abdicar en su hijo. Un shock. La Casa Real difundió a través de Twitter la carta por la que el Rey formalizaba su decisión minutos después. Y el Rey daba un discurso televisado para decir adiós a 39 años de reinado.
Cinco años después, en junio de 2019, Juan Carlos I comunicó que abandonaba definitivamente la vida institucional, y un año más tarde, debido a las ruidosas sospechas de corrupción, fue despojado por Felipe VI de la asignación presupuestaria que venía percibiendo de la Casa del Rey. El 3 de agosto de 2020, se hizo pública la voluntad de Juan Carlos I de abandonar España con rumbo desconocido.
Se informó poco después de que Juan Carlos I se encontraba residiendo en Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, para evitar especulaciones. Y allí continúa hasta hoy; aunque, cada vez viene con más frecuencia al país donde abdicó la corona.