Una mano amiga para el príncipe Andrés
La prima segunda del duque de York se ofrece para testificar en el caso que le ha puesto contra las cuerdas
A tenor de los acontecimientos de los últimos meses, parece que la caída a los infiernos del hijo predilecto de la reina Isabel, el príncipe Andrés, resulta cuanto menos imparable. Su vinculación al caso Epstein, las declaraciones de Virginia Giuffre, la relación con empresario Peter Nygard y su presunta falta de cooperación con la investigación del FBI no han dejado en muy buen lugar al duque de York que ha pasado de ser una de las figuras más destacadas del clan Windsor a quedar completamente aislado, al menos de las puertas palacio hacia fuera -ya que la reina Isabel sigue apoyándole como madre-.
Aunque todavía es pronto para predecir las consecuencias totales del caso Epstein sobre la figura del Duque, así como si finalmente tendrá que sentarse frente al juez, por primera vez se alza una voz en pos del príncipe Andrés. Christina Oxemberg, la hija de Isabel de Yugoslavia y prima del Duque, acaba de prestarse a ejercer como testigo en el asunto del pederasta norteamericano, ya que durante mucho tiempo fue una de las confidentes de Ghislaine Maxwell, una de las cómplices de Epstein.
Así lo asegura el tabloide Daily Mail, según el cual, la royal se ha puesto en contacto con el FBI: “Me disgusta mucho lo que está pasando y quiero hacer todo lo que pueda”. Christina ha revelado los detalles de una conversación que mantuvo a finales de los noventa con Maxwell en la que la amiga de Epstein relataba cómo grababan a sus invitados. La hija de Isabel de Yugoslavia está dispuesta a testificar porque es muy sensible a los temas de abusos sexuales, ya que una de sus sobrinas fue víctima de lo mismo por parte de una secta. “Nada curará el trauma. Esas mujeres quedarán afectadas de por vida, pero al menos deberían recibir dinero”, ha asegurado la royal, que considera que Ghislaine es tan responsable como Epstein y además puede hacer frente a las indemnizaciones.
Sin embargo, Oxenberg está convencida que al príncipe Andrés le tendieron una trampa: «es mi primo y le quiero. Entiendo que ser tonto no te convierte en un mal tipo», asegura. Aún es pronto para saber la evolución del caso, pero está claro que Maxwell es una figura clave en la investigación. No obstante, sería importante poder localizarla ya que se encuentra en paradero desconocido desde la detención en junio del magnate que se suicidó en su celda de una prisión de alta seguridad.