Las ‘amistades peligrosas’ de Charlene de Mónaco

La princesa Charlene de Mónaco vuelve a estar en el punto de mira y esta vez no precisamente por su estado de salud, sino por una de sus relaciones más cercanas. Según ha trascendido, el padre William McCandless, su confesor y confidente, se encuentra acusado de un delito de pornografía infantil y podría enfrentarse a una pena de hasta sesenta años de prisión en Estados Unidos.

El sacerdote está acusado de descargar de Internet miles de fotos de pornografía infantil en Mónaco y llevarlas a Estados Unidos. Algunas de las imágenes son especialmente demoledoras, ya que muestran a niños violados y torturados. Por el momento, McCandless se encuentra en Estados Unidos, donde está bajo arresto domiciliario, a raíz de un exhaustivo informe que los investigadores responsables de este caso han preparado. Un exempleado fue quien descubrió los archivos de imágenes en un ordenador que había pertenecido al clérigo y alertó a las autoridades, que han confiscado un teléfono y el material de dos ordenadores. De momento se encuentra en libertad bajo fianza y se le permite salir de su residencia en momentos puntuales. El juicio está fechado para el 10 de junio, tal como ha ordenado el juez Edward G. Smith.

El sacerdote ha ocupado importantes cargos en el Principado, de hecho, fue uno de los testigos del nacimiento de los mellizos del soberano y su esposa, y también el responsable de oficiar la boda del hermano de Charlene. Bill, como le llamaban en Palacio, pasaba mucho tiempo junto a la Princesa e incluso llegó a tener una oficina en la residencia oficial de la familia.

Por ahora, desde el Palacio Grimaldi no ha habido ningún tipo de comunicado al respecto, pero no hay duda de que esta noticia ha debido afectar a la Princesa, que mantenía una estrecha relación de confianza con el sacerdote.

Una etapa muy complicada

El último año ha sido muy complicado para la exnadadora y toda su familia. Desde que Charlene contrajera una infección de las vías respiratorias, la esposa de Alberto de Mónaco se ha tenido que someter a varias intervenciones quirúrgicas que no solo han impedido su regreso a casa hasta el pasado otoño, sino que, además, han hecho mella en su salud, lo que ha generado una importante preocupación a todos los niveles.

No era hasta el pasado mes de noviembre cuando la Princesa retornaba a Mónaco, aunque su estancia era breve. Poco después de reunirse con su familia se marchaba de nuevo a un exclusivo centro para someterse a un tratamiento de rehabilitación de las secuelas, físicas y emocionales, de todo el proceso que había vivido.

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Hace apenas unas semanas se confirmaba que Charlene había vuelto a Mónaco y se había instalado en la propiedad de Roc Agel, residencia de verano de la familia Grimaldi. La pasada Pascua reaparecía en las redes en una imagen con su marido y sus hijos, poco después de revelarse que Alberto de Mónaco había vuelto a superar el coronavirus. Sin embargo, de momento no hay ningún tipo de detalles sobre su posible vuelta a la agenda oficial, que muchos fechan pasado el verano e incluso de cara al otoño. El tiempo dirá.