Alberto y Charlene, espectadores de excepción en el tenis de Mónaco
El príncipe Alberto y su familia, estuvieron presentes en la final de tenis de Montecarlo
La cita ha estado marcada por una sonada ausencia, la de Gabriella, hija de Alberto y Charlene de Mónaco
Este domingo, 14 de abril, se disputó la final del Masters 1.000 de Montecarlo. Cita que no quiso perderse la familia principesca, que se desplazó hasta la Court Rainier III, ubicado en el poblado de Roquebrune-Cap-Martin, Francia. La hora programada para el partido que disputaron Casper Ruud y Stéfanos Tsitsipás eran las tres de la tarde y, como cada año, había gran expectación por conocer al campeón de esta edición. Finalmente se alzó con el trofeo el griego, que levantó por tercera vez en las cuatro últimas temporadas el galardón del torneo monegasco (2021, 2022 y 2024).
En los momentos previos al encuentro, Alberto y Charlene de Mónaco charlaron distendidamente. Por otro lado, el matrimonio no acudió en solitario, sino que su hijo Jacques tampoco quiso perderse el encuentro deportivo. Sí que fue notable la ausencia de Gabriella, su hermana melliza. Por ahora, no han trascendido los motivos por los cuáles no participó en esta salida familiar.
Sin embargo, la cita transcurrió con normalidad. Los Grimaldi estuvieron en el palco de honor de la pista central del Montecarlo Country Club. Como no pudo ser de otra manera, el recinto presentó un aforo completo, y es que los amantes del tenis quisieron vivir en primera persona una final que no dejó indiferente a nadie.
El look de Charlene de Mónaco
Para la especial ocasión, la princesa Charlene se decantó por una camisa de cuello solapa de rayas azules entallada. Prenda que combinó con un pantalón skinny blanco y una blazer estructurada azul marina de doble botonadura dorada. Asimismo, incorporó a su estilismo unas sofisticadas gafas de sol futuristas de lente grande y cristal de espejo. A sus pies, unos zapatos de punta.
Muy similar a ella, su hijo, que lució un polo blanco con chaqueta oscura, pantalón beige y zapatos negros. Lo mismo ocurrió con Alberto de Mónaco. Los tres con estilismos muy coordinados disfrutaron de esta importante cita deportiva.
Jacques, otro gran protagonista
Otro de los grandes protagonistas de la jornada fue Jacques de Mónaco. El pequeño regaló gestos muy simpáticos a los allí presentes. De hecho, su primo, Pierre Casiraghi, que acudió en compañía de Beatriz Borromeo, se acercó a él con el dedo pulgar de la mano levantado en señal de ‘¿todo ok?’, a lo que el joven príncipe, de 9 años, respondió de la misma manera. Sin duda, un gesto repleto de complicidad.
Jacques se mostró plenamente integrado durante todo el protocolo habitual de este tipo de competiciones. Una vez finalizó el partido y ya sobre la cancha aplaudió durante la entrega de trofeos mientras sus padres, Alberto y Charlene fueron los encargados de entregar la copa de campeón a Stéfanos Tsitsipá, pareja de Paula Buadosa.