Las siete veces que Imanol Arias tuvo que enfrentarse a los Papeles de Panamá
Imanol Arias: “Para rentabilizar lo de los Papeles de Panamá había que dar nombres como el mío”
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Imanol Arias (por fin) da la cara: “Saqué el dinero de España por miedo a ETA”
Así se gestó la implicación de Imanol en los Papeles de Panamá
El 12 de noviembre de 1998 fue un día clave en la vida de Imanol Arias. Ese día, tal y como informó el diario alemán ‘Süddeutsche Zeitung’, a través de 11,5 millones de documentos del despacho del panameño Mossack Fonseca, el actor instaló en Niue la sede de una sociedad ‘offshore’, ‘Trekel Trading Limited’. El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, junto con el citado diario -y bajo lo que se dio a llamar ‘Papeles de Panamá’- hicieron pública esta situación. Niue no es un paraíso fiscal para España, pero sí para la Comisión Europea. Desde entonces, el actor quedó ‘señalado’ y LOOK ha querido hacer recuento de las explicaciones que tanto el intérprete como sus letrados han dado al respecto desde el inicio de la investigación. Nunca ha estado cómodo hablando del tema y hubiese preferido no tener que hacerlo, pero el alcance de las informaciones lo dejaron sin opción.
Abril de 2016. El Confidencial.
Agente de Imanol Arias: «Imanol está al corriente de sus obligaciones tributarias».
Abril de 2016. El Confidencial
Gracias a ‘Los papales de Panamá’ se pone de manifiesto que años atrás Imanol reconoció la cuenta ‘offshore’: «Se me aconsejó que abriera una cuenta, pero tras el cierre de la sociedad de Niue no me he acogido a ninguna amnistía fiscal y siempre he tributado normal».
El intérprete en imagen de archivo /Gtres
Abril de 2016. Declaraciones del actor al medio ‘Chance’
Imanol Arias: «Ha pasado mucho tiempo y hemos ido aprendiendo a hacer las cosas. Lo que en un momento no estaba mal visto, ahora lo está. Hemos aprendido mucho con eso. Yo mismo soy un chico de un pueblo y aprendo. Uno mismo tiene que responsabilizarse, independientemente de que no haya ningún delito, por qué no decir que uno comete errores. Yo no me escudo. He entendido que alguien decía que yo me escudaba, pero a mí no me engañó nadie, estoy contento con eso».
Mayo de 2016. Se publica la vinculación entre los ‘Papeles de Panamá’ y la trama fiscal de ‘Cuéntame’, ‘Operación City’.
La Audiencia Nacional acordó el embargo de las cuentas bancarias de la productora de ‘Cuéntame como pasó’, Ganga Producciones S.L, así como las del administrador único de la sociedad, Miguel Ángel Bernardeau, marido de Ana Duato. La medida se tomó, según El Confidencial, tras comprobar que presuntamente se benefició de las tramas societarias creadas por el despacho madrileño Nummaria para evadir el pago de impuestos por una parte considerable de los beneficios que habría obtenido durante los últimos cinco ejercicios fiscales.
«Imanol es ajeno a todas esas cuestiones porque de sus finanzas no sabe nada», mantuvo entonces su abogada, quien aseguró que el protagonista de ‘Cuéntame’ había entregado la gestión de su patrimonio a los asesores fiscales con el absoluto desconocimiento de que algo de lo que hicieran estos fuera ilegal.
Imanol Arias llegando a la Audiencia Nacional /Gtres
Junio de 2016. Arias declara ante el juez: «Soy consciente de mi error».
El intérprete prestó declaración ante el juez por haber cometido presuntamente un fraude a Hacienda de 2,1 millones de euros a través de sociedades instrumentales del despacho Nummaria. «Soy consciente del error. Quiero abonar hasta el último céntimo en el menor tiempo posible», reconoció Imanol. «Había tributado durante un tiempo en el País Vasco, pero la amenaza de la banda terrorista no era solo contra mí, sino contra mi patrimonio. Entonces dije: ‘Voy a resguardar dinero’», añadió entonces.
Septiembre de 2017. El actor concede una entrevista en Buenos Aires
Imanol Arias: «Vendí todo, pero no siempre te compran bien, hay abuso. No tengo vivienda propia y he tenido que despedir a los cuatro empleados que trabajaban conmigo. Eso me permitió cumplir con una obligación. Yo no era consciente de lo sucedido, pero soy responsable. Voy a devolver todo, hasta el último centavo. En España no puedo hablar de esto. No debo, ni quiero, entrar en conflictos en mi país».
En esa misma entrevista con motivo del estreno de su última película, ‘Retiro Voluntario’, el actor continúa explicando al medio ‘La Nación’: «Cuando se comete un error fiscal, pagas la deuda, o lo que supuestamente has defraudado, y además el 170 % más, así que nadie puede decirme: «¿Qué has hecho con el dinero de todos?», añade Imanol Arias.
El actor justifica sus problemas con el fisco en un cambio en la ley de propiedad intelectual. «El Gobierno fijó unas cuotas de propiedad intelectual que no eran legales. Europa le llamó la atención y ahora el Estado nos debe mucho dinero a los actores, autores, periodistas, por la copia privada. Ellos fijaron una cifra que no se podía discutir. A partir de las variaciones en la ley, en un momento se nos animó a los actores que teníamos gente contratada a que tuviéramos sociedades anónimas, luego personales o profesionales».
«Pero al tiempo nos dijeron, retroactivamente, que pagáramos como cualquier ciudadano. Sin embargo, nosotros no tenemos un estatuto de trabajador de actores, pero abonamos impuestos como todos y no podemos tener sociedades. Las sociedades pagan menos. Es algo atípico. Mi problema no es de ocultación, sino de un error en el sistema de pago no consentido. Jamás oculté mis ganancias ni mi patrimonio. Pero ese error en los pagos me significó que debo saldar el 170 por ciento de lo que he ganado».
«El público me conoce y sabe quién soy. Soy una persona que jamás ha eludido sus responsabilidades. He vendido todo para empezar de cero. Vivo como una pluma».
El actor en una imagen de archivo /Gtres
Septiembre de 2017. Entrevista a la publicación ‘Papel’ (El Mundo)
Imanol Arias se niega a tratar el tema en dicha publicación. Sin embargo, acepta acudir a la entrevista con un comunicado que dé respuesta a una pregunta que ya es casi obligada en cada uno de sus encuentros con la prensa. «Me sorprendió el enorme interés que despertó algo sucedido hace dos décadas que, además, no tiene ninguna repercusión legal para mí. Pero entiendo que para rentabilizar todo el dinero que ha costado esa investigación había que darle morbo con nombres como el mío».