Así es el casoplón de Rose Hanbury, la amiga del príncipe Guillermo de la que todos hablan

En los últimos días se está hablando mucho de Rose Hanbury. Exmodelo, casada y madre de tres hijos, la marquesa de Cholmondeley hace frente a numerosos titulares que la señalan como presunta amante del heredero a la Corona Inglesa. Los más atrevidos han ido más allá y han sugerido que su nombre sea la razón por la que Kate Middleton se ha apartado de la agenda real tras ser operada el pasado 16 de enero de una cirugía abdominal. Mientras la princesa de Gales medita cuándo contará qué le pasa, Rose se refugia de la tormenta en la magnífica casa de campo que comparte con su marido, David Rocksavage, el marqués de Cholmondeley. Se trata de la residencia Houghton Hall, un palacio con arquitectura palladiana que fue construido en la década de 1720.

Esta impresionante propiedad es una de las más destacadas del condado de Norfolk, al este del país, y se encuentra a siete kilómetros de Anmer Hall, el inmueble que la reina Isabel II le entregó a su nieto hace años. Del mismo modo, la casa de Rose Hanbury sirve como atractivo turístico. De hecho tiene su propio perfil de Instagram. La cuenta acumula más de 72.000 seguidores y muestra algunas de las estancias más importantes. Por ejemplo, los extensos jardines amurallados, donde destaca una colección de estatuas contemporáneas.

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Houghton Hall se construyó para el primer ministro de Reino Unido, Sir Robert Walpole. El marido de Rose Hanbury es uno de sus descendientes, por eso se quedó con esta propiedad tan famosa, por la que han pasado amigos de la pareja, como Kate Moss, madrina de su hija Iris y quien ha definido este lugar como «de ensueño». En el pasado, también la visitaron John Singer Sargent, Arturo Toscanini o Charlie Chaplin, entre muchos intelectuales y artistas.

¿Cuándo se mudó Rose Hanbury a Houghton Hall?

El marqués de Cholmondeley, marido de Rose Hanbury, también conoce al príncipe Guillemo. De hecho forma parte del famoso “clan del Nabo”, un selecto grupo de aristócratas y empresarios que se codean con Kate Middleton y su marido.

David Rocksavage pasó su niñez en el castillo de Cholmondeley, situado en Cheshire, al oeste del Reino Unido, pero todos los veranos se trasladaba a Norflok para disfrutar de Houghton Hall. Tenía un gran aprecio a ambas propiedades, así que tras la muerte de su abuela, Lady Sybil Cholmondeley, ocurrida en 1990, asumió la administración de las dos fincas.

Cuando David Rocksavage se casó con Rose Hanbury en 2009 y fueron padres de mellizos, Alexander y Oliver, de 13 años, decidieron mudarse a Houghton Hall. Ya instalados en el palacio tuvieron a su hija mejor, llamada Iris, de ocho. Dicha propiedad es una de las más importantes de Inglaterra porque, según indica su página web: “se construyó con el objetivo de reflejar la riqueza, el gusto y el poder de su propietario”.

El palacio fue construido por dos arquitectos británicos: Colen Campbell y James Gibbs. La intención de estos profesionales era crear un espacio único, caracterizado por la elegancia y la belleza. A lo largo de los años, la residencia ha tenido colgadas en sus paredes verdaderas obras de arte. Tal fue el caso del cuadro Una dama con una ardilla y un estornino, de Hans Holbein el Joven, vendido a la National Gallery del país para afrontar una reforma. Eso sí, permanecen los revestimientos  de jacquard de seda en las paredes y los papeles pintados estilo «chinoiserie» pintados a mano.

El interior del palacio de los marqueses de Cholmondeley

Los exteriores de Houghton Hall son impresionantes, pero el interior de la propiedad no se queda atrás. En la primera planta están los salones de Estado, unas habitaciones cuyo aspecto más importante son sus techos, pintados con unas técnicas exquisitas. Todos los muebles están tallados a mano, tienen detalles dorados y combinan a la perfección con el ambiente del inmueble.

Las estancias de esta residencia están repletas de lujos. De hecho, el dormitorio de Estado está tapizado con terciopelo verde, algo que tiene un significado especial. En su momento era el material más caro de Inglaterra y estaba al alcance de muy pocos.

Otra de las zonas más características es el salón. El mármol adquiere un papel protagonista en esta estancia, pero también llama la atención las obras de arte que hay repartidas por cada rincón: cuadros, esculturas y muebles que forman parte del patrimonio de los marqueses de Cholmondeley.

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Para terminar, hay que señalar la elegante biblioteca que hay en una de las habitaciones. Se trata de una zona de estilo gótico repleta de libros y cuidada hasta el más mínimo detalle.