Rosario Flores y Mariola Orellana celebran el aniversario de su tienda: mucho duende y rifirrafes
Rosario Flores y Mariola Orellana celebran el primer aniversario de 'Ojo con el Duende'
Se trata de un proyecto nacido de su amistad de más de 30 años y de su pasión por los "tesoros" con historia
El balance del año es muy positivo, marcado por el trabajo constante, el apoyo mutuo y la ilusión

Madrid ha sido testigo del primer aniversario de Ojo con el Duende, la tienda vintage que Rosario Flores y Mariola Orellana abrieron hace un año en el barrio de Moncloa y que se ha convertido en mucho más que un simple comercio de ropa. Este proyecto, nacido de la amistad, la pasión por los «tesoros» y una vida compartida durante más de tres décadas, celebra sus doce primeros meses con ilusión, balance positivo… y algún que otro rifirrafe, eso sí, «por tonterías».
Mariola Orellana recibe a las cámaras de Gtres en el interior del local, un espacio con alma propia que fue biblioteca de un matemático y que conquistó a ambas nada más verlo. Allí conviven prendas vintage cuidadosamente seleccionadas, trajes de flamenca, joyas, porcelanas, libros, figuritas antiguas y vinilos tan especiales como los de Lola Flores, Rosario o Marina Carmona. Todo responde a una idea clara: una tienda de «tesoritos», como la define Mariola, donde cada objeto tenga historia y duende.

Rosario Flores y Mariola Orellana en un evento. (Foto: Gtres)
Socias, amigas, representante y artista, Rosario y Mariola llevan más de 30 años trabajando juntas, por lo que la pregunta era inevitable: ¿Cómo es compartir ahora también un negocio físico? La respuesta de Mariola es tan clara como sincera. «Tenemos rifirrafes, claro que sí, pero por tonterías. Las dos tenemos carácter y temperamento», reconoce entre risas. Eso sí, deja claro que esos roces nunca aparecen en el trabajo. «En lo profesional jamás hemos tenido un problema. Tenemos muy buena comunicación y muchas ideas en común».
La tienda también es un proyecto profundamente familiar. Marina, hija de Mariola, trabaja codo con codo con ellas y aporta la energía y la mirada joven necesarias para el día a día. Además, el espacio se ha convertido en un punto de encuentro cultural donde ya se han celebrado conciertos íntimos, grabaciones, rodajes y subastas, como la organizada por el diseñador Eduardo Navarrete. La madera del local, explican, tiene una acústica especial que invita a seguir explorando el lado musical del proyecto.
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En cuanto a la clientela, es tan variada como los productos que se venden. Desde vecinos del barrio que ya son habituales hasta curiosos y fans que se acercan con la esperanza de encontrarse a Rosario. «La gente viene a ver si la pilla y, cuando la pilla, se queda impresionada», cuenta Mariola. Muchos descubren entonces el lado más cercano de la artista, disfrutando incluso de su faceta como vendedora improvisada, algo que a ambas les divierte especialmente.
El balance de este primer año es positivo, aunque no exento de emociones encontradas. En lo personal, 2025 ha sido un año marcado por importantes pérdidas, pero también por el trabajo constante y el apoyo familiar. Rosario continúa inmersa en su gira Universo de Ley, que ha sido un éxito rotundo, mientras el negocio avanza poco a poco, sin prisas pero con mucha confianza en el proyecto. De cara a las fiestas, ambas apuestan por la unión familiar. Pasarán el día 24 en Madrid y después viajarán al sur, manteniendo la tradición de reunirse todos juntos. Para Mariola, además, estas Navidades tienen un brillo especial gracias a su nieto, al que define como «lo mejor» que le ha pasado y quien le ha devuelto la ilusión en fechas que antes se le hacían más cuesta arriba.