La recaída de Rosa López que le ha obligado a contar con ayuda profesional
Rosa López está atravesando un momento complicado. A pesar de que en la música continúa cosechando éxitos, los haters no le dan tregua. La última vez que se tuvo que enfrentar a las críticas fue hace tan solo unas semanas, durante la gala BCN Eurovisión. La cantante, además de interpretar su mítico Europe’s living a celebration, también se lanzó a versionar los temas Amanecer, La noche es para mí y Quédate conmigo, canciones de sus compañeras Edurne, Soraya y Pastora Soler. Lo que no se esperaba es que la red se tornase en su contra, algo que le ha pasado factura.
La artista ha tenido que volver a recurrir al piscólogo: «A mis 42 años me he tenido que recolocar». A pesar de que hizo la actuación con muchas ganas y poniéndole toda la ilusión, Rosa López tuvo que enfrentarse a todos los malos comentarios posibles. «Podría haber hecho algo que me supiera perfectamente, pero hice eso porque después de 21 años, tampoco pasaba nada por cambiar», ha confesado a Semana. Pero parece que su elección le jugó una mala pasada: «Pasé cuatro días difíciles después de mi última actuación (…) Me considero una persona súper fuerte, pero sí que es verdad que cuando hago las cosas con mucho cariño me duelen más. He tenido que volver al psicólogo».
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Sin embargo, Rosa López ha sabido hacer autocrítica y aprender de sus errores. «Es como lo que me pasó hace poco con Emma García en el programa Fiesta, me equivoqué. Como cantante no estuve bien. Se aprende y ya está», ha sentenciado. La cantante ha confesado a la revista que valora mucho las opiniones de sus seres queridos, pero que no se tendría que tomar tan apecho aquellas que se hacen solo para hacer daño. No obstante, más allá de eso, hay una cosa que le ha dolido en especial: «Que después de 21 años, la gente se centre en ver cosas que a lo mejor pasarían más desapercibidas si fuera otro artista, me duele».
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Un nuevo proyecto profesional
Rosa López acaba de lanzar su nuevo tema 1930, mostrando su cuerpo desnudo con el objetivo de transmitir «libertad». Está cansada de que las personas juzguen sin conocimiento y con esta fotografía ha querido decir ‘basta’. «Es mi cuerpo, es mi vida y hago lo que deseo, y no hago daño a nadie», ha sentenciado para Semana. Pero, ¿qué se esconde detrás de esta canción? «He pensado en mi pasado, en todas las personas que me rodean y en esa parte del colectivo LGTBI a los que le debía algo especial», ha sentenciado. Pero, a pesar de estar en un muy buen momento a nivel laboral, la cantante opina que su single podría haber recibido más apoyo y repercusión en la industria: «Creo que el apoyo tendría que ser para todos los artistas por igual. Es cierto que las marcas buscan a las discográficas, pero los independientes también tenemos derecho a una oportunidad y más cuando los proyectos son tan bonitos y ayudan a crear un mundo mejor en la sociedad en la que vivimos».