'Sálvame'

Surrealista y desternillante: así intentó Paz Padilla darle su libro a Isabel Pantoja

La presentadora de 'Sálvame' se salta la valla de Telecinco para intentar localizar a la tonadillera. Una hazaña que grabó con su propio teléfono móvil.

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  • Alberto Ardila
  • Periodista especializado en crónica social, exclusivas y televisión.
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Paz Padilla ha conseguido algo impensable, tener una importante cuota de protagonismo el mismo día que Rocío Carrasco reaparecía en televisión para dar una esperadísima entrevista. Lo ha logrado gracias a un desternillante show que ha tenido lugar durante la tarde de miércoles en ‘Sálvame’. La gaditana arrancó el programa presentando, pero hubo algo que la hizo saltarse toda la escaleta: regalarle su libro ‘El humor de mi vida’ a Isabel Pantoja, que se encontraba en Madrid grabando su nuevo programa,  ‘Top Star: ¿Cuánto vale tu voz?’.

Esta hilarante idea comenzó al escuchar a Isa Pantoja decir que no tiene relación alguna con su madre desde hace meses. Paz creyó que a la tonadillera le vendría bien leer su relato, en el que reflexiona sobre la vida y sobre cómo aceptar la muerte. «Están sufriendo todos mucho. Sus hijos y ella. Creo que le vendría muy bien leer mi libro para gestionar las emociones y ser feliz. Me gustaría regalárselo», comenzó diciendo. Dicho y hecho.

Paz Padilla no se lo pensó ni un segundo. Salió de plató, cogió su propio coche y se fue hasta los estudios Picasso de Mediaset en el pueblo madrileño de Villaviciosa de Odón. La conexión empezaba a fallar, pero la andaluza es una mujer con recursos y empezó a grabar todo con su teléfono móvil. Kiko Hernández le avisaba en plató de que desistiera de su misión. Paz aseguró que había tenido hasta tres llamadas de sus responsables y reconocía estar «cagada» por si alguna venía «de las altas esferas». Sin embargo, su misión era lo primero y no estaba dispuesta a abandonarla así como así.

Después de pisar bien el acelerador, siempre respetando los límites, Paz llegó a su destino. Pero pronto se empezó a encontrar los primeros problemas. El vigilante de seguridad de los estudios de grabación de Mediaset le prohibió la entrada: «Tengo orden de no dejarte pasar», decía de manera estricta. Pero Paz Padilla tiene ya muchas tablas y comenzó a ganarse al guardia: «Solamente quiero ir tras la garita. ¿Está enfadada Isabel?», le preguntaba. No consiguió su objetivo, pero eso no hizo que renunciase a él. Aparcó fuera y cuando creyó que el vigilante no le veía echó a correr hasta adentrarse en el recinto, pero un par de metros más adelante fue detenida de nuevo: «No me agarre usted tan fuerte, por favor», se quejaba.

Paz no estaba dispuesta a volverse al plató con el libro y urdió una nueva estrategia. Le dio su móvil a dos viandantes que pasaban por allí para que grabaran y así ella tener las dos manos libres. Con las mismas, se encaramó a la valla y trató de saltar, pero los vigilantes, atónitos y riendo bajo sus mascarillas, le prohibieron el paso. En ese momento aparecieron dos trabajadores de Mediaset que reconocieron a Paz Padilla, y que se comprometieron a entregar el libro a Isabel Pantoja.

La presentadora tenía todavía un último número de su show preparado para el final. Convenció a un hombre para que la aupara a hombros mientras hablaba con los de seguridad. Un momento surrealista pero que despertó las carcajadas y aplausos de sus compañeros. Obvio, también de la audiencia. Simplemente, Paz Padilla.

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