Los auténticos motivos de Ortega Cano para volver a torear
José Ortega Cano no puede estar más feliz. El día 26 de agosto quedará grabado a fuego en su vida, por muchos y muy especiales motivos. Ha vuelto a notar ese inconfundible gusanillo que sentía cuando los ruedos eran su modo de vida, en esos minutos previos a enfrentarse al miura. ¡Cuánta adrenalina! Porque sí, ¡Ortega vuelve a torear! Se enfunda en su traje de luces de manera excepcional, lo hará en San Sebastián de los Reyes. Las causas son fundamentalmente dos y las ha querido compartir con LOOK en una entrevista en exclusiva.
«Estoy como un niño con su juguete nuevo. Vuelvo a torear para sustituir a Morante de la Puebla y, de paso, para decir adiós como Dios manda. El 26 será mi broche de oro, mi gran tarde», ha aclarado Ortega Cano a este medio. Quiere y desea estar a la altura de las circunstancias, es consciente de que 63 años pesan, pero no se arredra a base de dosis de entusiasmo y deporte: «Sé la edad que tengo, por eso hace mucho tiempo que no ‘piloto’. Eso no quita para que pueda defender mi toreo el día 26 como lo hice el año pasado con Morante y Manzanares. Soy un hombre sano, que no fuma ni bebe y hago deporte».
El torero José Ortega Cano y Ana María Aldón con su hijo José María Ortega /Gtres
El diestro se está preparando a conciencia para que ese día figure como uno de los más importantes de su vida: «Estará a mi lado toda la familia; mi mujer, mis tres hijos, mis hermanos… Porque deseo que estén ahí, a mi lado». Entonces, ¿también estará su hijo José Fernando? «Claro, la ocasión lo merece. Estarán todos los que tienen que estar», ha respondido a LOOK.
Por si su despedida no fuera suficiente motivo como para estar ilusionado y nervioso a partes igual, el escenario en que saldrá a hombros por última vez será crucial. San Sebastián de los Reyes anida en su corazón: «¡La de cosas que me ha dado! Allí me crié, llegué a los 10 años. Tengo mucha familia y amigos que espero que estén conmigo el 26. Me despido en uno de los lugares más importantes para mí. La infancia marca mucho».
Se ríe de las críticas que ha recibido
No olvida que es un auténtico privilegiado y que la vida, después de tantos sinsabores, le da una suerte de ‘armisticio’: «Es muy gratificante poder decir adiós a la profesión cuando uno lo decide y de la manera que uno quiere».
El diestro se encuentra tan exultante que no presta ni la más mínima atención a las feroces críticas que ha recibido desde las redes sociales. Muchos no comprenden por qué se expone de ese modo a la edad que le pilla y otros no han dudado en condenar su sustitución a Morante de la Puebla. Ortega se muestra tranquilo con LOOK: «Yo ya tengo callo de todo eso, me da igual lo que digan. No leo nada ni me interesa. Las redes sociales son una cueva de cobardes. A mi edad estoy por encima de todo eso».
De eso y de pronunciarse sobre las rencillas familiares con Rocío Carrasco. ¡Suerte, maestro!