¡Por fin! Miguel Bosé y Nacho Palau ante el juez por la filiación de sus hijos
La pareja se separó en 2018 tras 26 años de discreta relación
Después de dos años separados, Miguel Bosé y Nacho Palau se ven las caras en los tribunales. Será el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Pozuelo de Alarcón, el que albergará esta mañana la vista en la que se pretende declarar la filiación de los cuatro hijos de la expareja. O lo que es lo mismo, que los niños sean declarados legalmente hermanos e hijos de ambos progenitores. Los niños fueron concebidos a través de maternidad subrogada y, aunque no comparten ADN ni apellidos, Palau considera que son hermanos: «Para mí los cuatro son hijos míos. Los he deseado, los he recibido desde que llegaron al mundo, les he dado biberones, cuidado. Hemos sido una familia», ha reconocido a ‘Vanitatis’. Tras su nacimiento los cuatro vivieron, junto a sus padres, en el domicilio del cantante ubicado en la zona de Somosaguas, hasta que la pareja puso punto y final a su relación.
Nacho Palau a su llegada a los juzgados de Pozuelo minutos antes de la vista por la filiación de sus cuatro hijos/Gtres
En ese momento, Bosé puso rumbo a México junto a Tadeo y Diego, mientras que Palau se trasladó a la localidad valenciana de Chelva de donde es originario, con Ivo y Telmo. Fue entonces, cuando en octubre de 2018 el despacho de abogados Ortolá Dinnbier, representantes legales de Nacho Palau, quienes emitieron un comunicado haciendo público todo lo referente a la relación de la ya expareja y la problemática que se presentaba con sus hijos, anunciando la intención del escultor de emprender las acciones legales necesarias para la defensa y la protección de los intereses de sus hijos. El ex del intérprete de ‘Los chicos no lloran’ ha aclarado al digital los motivos por los que decidió interponer la demanda: «Nunca pensé que podría suceder esto. Que cuatro hermanos de pronto ya no lo son. Se echan de menos y lo pasan muy mal. Llegamos a un punto en el que lo único que podía hacer era ir por la vía judicial porque ya las palabras no servían». Ahora Nacho pretende conseguir, además de la filiación de los niños, que todos vivan juntos siempre que no sea en México.
Tras más de veinticinco años juntos y cuatro hijos en común, Miguel y Nacho ponían punto y final a su discreta relación a finales de 2018/Gtres
Miguel y Nacho estuvieron juntos más de veinticinco años, una relación de lo más discreta que solo conocían sus allegados. No eran pareja de hecho, cómo así ha reconocido Palau y el nivel económico entre ellos era muy dispar, como así ha quedado evidenciado desde su ruptura. «No me importa trabajar en lo que salga, pero quiero que mis cuatro hijos tengan las mismas oportunidades», explica el valenciano. Según publica ‘El País’, desde la separación de sus padres, y hasta el verano de 2019, los niños no tuvieron contacto físico. Desde esa fecha, y tras un acuerdo entre ambos progenitores, sus hijos conviven durante las vacaciones estivales aprovechando la estancia en España de Miguel Bosé con Tadeo y Diego. De esta manera los pequeños pasan tiempo juntos y además se turnan para estar con cada uno de sus padres.
Así ha ocurrido este verano. Después de un año sin verse, y tan solo con contacto telemático, los cuatro niños se reunían nuevamente en España y disfrutaban de sus vacaciones juntos. Palau inmortalizaba este tierno momento entre Diego, Tadeo, Ivo y Telmo y así ha querido recordarlo horas antes de la celebración de la vista. Nacho ha publicado una imagen de los cuatro caminando abrazados bajo el hastag «hermanos para siempre», durante su estancia en Chelva. Mientras esta bonita imagen tenía lugar hace solo unos meses, Miguel se colocaba en el centro de la polémica gracias a sus teorías negacionistas sobre la pandemia. Por su parte Nacho, ha estado volcado en su trabajo como cocinero tratando de pasar desapercibido como siempre lo ha hecho durante los veinticinco años que ha durado su historia de amor.