Los 5 momentos que han llevado a Jesé Rodríguez a tocar fondo
Sin un equipo que confíe en él, sin la mujer que amaba y con sus exnovias convertidas en sombra: Jesé Rodríguez vive sus horas más bajas
Jesé Rodríguez ha sido uno de los nombres propios de una semana que empezó enamorado y viviendo una historia de amor idílica junto a Janira Barm, pero que va a terminar soltero. Puede que se arrepienta de algo el jugador canario, como de poner un mensaje en Instagram para reivindicar su labor como padre que acabó costándole su relación sentimental con la despampanante modelo catalana. Quién sabe si habrá reconciliación o si se sumará al grupo de Aurah Ruiz y Melody Santana, que tantas jaquecas le han traído.
Con tan solo 27 años, la historia de Jesé es la de una persona que lucha contra sí mismo constantamente, o más bien contra su cabeza. Desde que era adolescente ya tenía madera de crack. Los ojeadores del Real Madrid le echaron encima sus redes y pronto se convirtió en el diamante en bruto de la cantera blanca. Tiró la puerta abajo del primer equipo con 18 años y muchos incluso le comparaban con el que había sido su ídolo, Cristiano Ronaldo. Sin embargo, sus polémicas andanzas fuera del terreno de juego le valieron el sambenito de ‘futbolista díscolo’, de esos cracks que alternan exhibiciones en el césped con escándalos fuera. Puede que haya pecado de falta de frialdad en algunos momentos y es que su caliente sangre canaria le ha jugado malas pasadas. No obstante, hay una serie de momentos en la vida del delantero que le han ido lastrando hasta vivir uno de los momentos más inciertos de su vida.
El primero de ellos tiene nombre de estilo musical: el reggaeton. Para quien no lo sepa, Jesé Rodríguez ha compaginado su carrera futbolística con su pasión por el género urbano. Ha hecho sus pinitos en la industria bajo el pseudónimo Jey M y tiene varias canciones en Spotify. Pero tanta dedicación no ha tenido su resultado ya que no ha conseguido colarse en el top de reggaetoneros más exitosos. Hay quien dice que sus compañías en la calle no eran todo lo buenas que requería un futbolista de primer nivel.
Un segundo punto controvertido en su vida fue su grave lesión de rodilla. Jesé se rompió el ligamento cruzado de su rodilla mientras disputaba un partido de Champions League con el Real Madrid. Una lesión tremendamente inoportuna y que llegó en su mejor momento, titular con el equipo de sus amores y con un prometedor futuro por delante. Nueve meses estuvo el canario apartado de los terrenos de juego y cuando volvió ya nunca volvió a ser ese jugador habilidoso, desequilibrante e indetectable para las defensas.
Jesé Rodríguez, en el momento de su lesión de rodilla / Gtres
El tercer punto de inflexión en la vida de Rodríguez tiene nombre de mujer: Aurah Ruiz. Su historia comenzó con una intensidad descomunal e incluso ella le acompañó durante su presentación oficial como futbolista del Paris Saint Germain. Tuvieron a su hijo Nyan, pero la vida les había reservado una desgracia en forma de enfermedad crónica del pequeño. Su romance de cuento se truncó en un infierno marcado por cruces de declaraciones, especialmente por parte de la exconcursante de ‘GH VIP’. Aurah siempre ha criticado duramente en redes a su expareja por -supuestamente- desentenderse del cuidado de su hijo. Finalmente, un juez falló a favor del futbolista y consideró que la canaria incurrió en un delito de acoso. Vencedor pero con un desgaste psicológico fruto de la batalla que todavía no se ha sacudido.
En cuarto lugar aparece otro nombre de mujer: Janira Barm. La mujer que supo comprender el rebelde corazón de Jesé. Se enamoraron perdidamente y construyeron una historia de amor que alcanzó su punto álgido con el nacimiento de su hijo en común. El cuarto para él, con tres mujeres diferentes. Lo suyo iba viento en popa, pero esta semana ha saltado por los aires contra todo pronóstico. Quizás Rodríguez tenga la esperanza de reconciliarse con ella porque, a diferencia de Janira, no ha borrado sus fotos con ella de Instagram.
Y así llegamos al momento de duda e incertidumbre. ¿Y ahora, qué? Sí, porque Jesé está en una espiral muy peligrosa. El amor, el reggaeton y algunas compañías le han traído por la calle de la amargura. Especialmente preocupante para él es que no encuentra un equipo donde demostrar que todavía le queda clase para ser aquel futbolista que prometía tanto. Todavía le queda tiempo por delante para resarcirse y enderezar el rumbo, pero el reloj no se detiene…