Isabel Preysler: La nueva obsesión social de la ‘reina de corazones’
La madre de Tamara Falcó ha cambiado radicalmente la temática de sus encuentros sociales
Cada vez que Isabel Preysler ha aparecido frente a los compañeros de la prensa, su presencia se ha convertido en cabecera de los principales medios de comunicación de la crónica social desde hace décadas. En el pasado, se podían contar con los dedos de una mano los actos en los que Isabel brillaba con su presencia. Fiestas exclusivas por sus insignes invitados y también por las contadas ocasiones en las que se producían. Este ha sido sin duda uno de los motivos por los que cada aparición de ‘la reina de corazones’ se cotizaba como si fuera oro. Presentaciones de Porcelanosa, campañas navideñas para Ferrero Rocher, apariciones en el Front Row de grandes firmas como Pedro del Hierro o posados con motivo de la presentación de lo nuevo en alta joyería de casas como Rabat o Suárez, han sido los principales perfiles de los actos que conseguían sacar a Isabel de casa enfundada en sus mejores galas.
Isabel Preysler, la ‘reina de corazones’/Gtres
Sin embargo, en los últimos tiempos, sobre todo en los meses posteriores a la pandemia, la vida social de Isabel Preysler ha dado un giro de 180º. El mismo brillo y el mismo glamour, pero con una importante diferencia de en la temática. Atrás quedaron las noches de vino y rosas en las que lo banal, el lujo o el brillo formaban parte del contexto de su indiscutible protagonismo. Isabel tiene una nueva obsesión que ha conseguido que tenga mayor presencia mediática aún si cabe. Desde hace unos meses, el mundo de la cultura es el principal impulsor de las salidas de la reina del papel cuché de su casa. Una esfera hasta hora poco explotada por Preysler, y cuya atracción comenzó hace algo más de un lustro, coincidiendo con el arranque de su relación sentimental con el escritor y premio Nobel Mario Vargas Llosa. Solo hay que repasar los últimos actos en los que Preysler ha desfilado su particular ‘charm’. Hagamos memoria del último año.
19 de enero de 2020: Antes de que el mundo entero cambiara su faz en reacción a la pandemia de la COVID-19, Isabel Preysler y su pareja sentimental acudían al estreno de La “Flauta Mágica” de Mozart en el Teatro Real. Esta salida para disfrutar del arte de la ópera se producía solo dos semanas después de que la socialité ‘moviera’ el esqueleto en un concierto de menos etiqueta. En aquella ocasión el artista justificaba su aparición, se trataba de su hijo Enrique que aterrizó en Madrid con motivo de su Tour Mundial.
Isabel Preysler and En el estreno de ‘La flauta mágica’ en el Real/Gtres
Después de esta primera aparición a comienzos de año, llegaba el coronavirus e Isabel se encerraba en su lujosa propiedad de Puerta de Hierro. Un encierro que finalizaba para ella tras sus vacaciones en Marbella a las que ponía punto y final con una comida entre amigos en uno de los clubes de golf más exclusivos de la ciudad. Tras este puntual encuentro, regresaba a Madrid y retomaba sus apariciones culturales.
16 de septiembre de 2020: Isabel Preysler acude de la mano de Vargas Llosa, luciendo una mascarilla de tela a juego con su camisa, a la exposición de Pintura Botero: 60 años de pintura. Una muestra producida por Arthemisia con la colaboración del Ayuntamiento de Madrid y en la que se recorrían más de siete décadas de trayectoria del artista colombiano.
18 de septiembre de 2020: Solo dos días después de recorrer a golpe de vaquero la exposición pictórica. Isabel volvía a dejarse ver en un de sus últimos lugares recurrentes. Vestida con un diseño transparente de seda animal print y complementos rojos, la madre de Tamara Falcó acudía junto a su pareja a la Inauguración de la Nueva temporada del Teatro Real. Un acto presidido por S.M los Reyes de España y en la que se estrenó la ópera “Un Ballo in Maschera” de Giuseppe Verdi
Con un vestido transparente y complementos en rojo en la inauguración de la temporada del Teatro Real/Gtres
7 de octubre de 2020: Isabel Preysler vuelve a salir de su domicilio con rumbo a una importante cita. Nada que ver con un acto relacionado a una firma publicitaria de lujo ni con una alfombra roja en un evento celeb. La reina de corazones acudía a apoyar a Mario durante la Apertura del Curso 2020-21 de las Reales Academias del Instituto de España. Durante el acto, Vargas Llosa recordó la figura de Benito Pérez Galdós en el centenario de su fallecimiento.
8 de octubre de 2020: Un día después de la apertura del curso en las Reales Academías, Isabel llegaba del brazo de Mario al Instituto Cervantes, donde el escritor recibía un homenaje por parte de sus compañeros del el Instituto Cervantes, la Cátedra Vargas Llosa y la Fundación Internacional para la Libertad (FIL) organizaban un homenaje al escritor hispano-peruano que rememora aquel hito para las letras en español con motivo del 10 aniversario de su Nobel de Literatura.
12 de noviembre de 2020: De nuevo la pareja más elegante (e ilustre) de Puerta de Hierro pisaba el suelo del Teatro Real para disfrutar del estreno de la Opera Rusalka del compositor checoslovaco Antonín Dvorák, inspirada en la versión checa de la leyenda folclórica centroeuropea conocida también a través de Undine (1811) de Friedrich de la Motte Fouqué y La sirenita (1837) de Hans Christian Andersen.
20 de noviembre de 2020: Isabel Preysler sorprende a propios y extraños apareciendo junto a Morgana, hija de Mario Vargas Llosa y su exmujer Patricia Llosa, en la celebración de la entrega de los Premios Eñe celebrados en Madrid. Unos galardones que se han convertido en uno de los acontecimientos literarios de Madrid desde hace más de una década.
En la entrega de los Premios Eñe, Isabel coincidió con Morgana, la hija de Vargas Llosa/Gtres
18 de diciembre de 2020: Don Giovanni llamó a la puerta del hogar de Isabel y ella, como no podía ser de otro modo, acudía rauda, nuevamente sin soltar la mano de Mario. La obra de Wolfgang Amadeus Mozart narra la leyenda de Don Juan, el libertino castigado desde el más allá por sus excesos. Una pieza que constituye uno de los mitos hispanos más internacionales, suscrito por autores tan diversos como Molière, Mozart, Byron, Baudelaire, Kierkegaard o Ingmar Bergman.
Con esta última aparición son 8 los momentos (en un tiempo aproximado de 5 meses reales) en los que Isabel se ha presentado a la opinión pública como gran abanderada de diferentes causas culturales. Una esfera que ha logrado que las apariciones de Preysler hayan dejado de ser ‘contadas con los dedos de una mano’, como sucedía en el pasado, pero sobre todo que han cambiado sensiblemente el perfil frívolo que muchos han relacionado con su persona.