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Como cada año y después de vivir su San Valentín más agridulce, Isabel Preysler celebra su 72 cumpleaños. Este 18 de febrero, la también conocida como «reina de corazones» o «reina del papel couché» para la prensa ha cumplido una nueva vuelta al sol de una manera totalmente distinta a la del pasado 2022, cuando festejaba esta fecha tan especial en compañía de sus seres queridos y, sobre todo, de Mario Vargas Llosa.
Isabel Preysler en el photocall de Moët & Chandon.
Sin embargo, con la llegada del 2023 se abría una nueva vida frente a los ojos de la madre de Tamara Falcó al poner punto final a su historia de amor con el Premio Nobel después de ocho años de unión. Una ruptura que no parece haber sido del todo amistosa, sobre todo teniendo en cuenta que más tarde la ex de Carlos Falcó ha admitido estar visiblemente enfadada con el escritor a raíz de unas posibles referencias de éste hacia la marquesa de Griñón en su última obra literaria. Algo que el protagonista ha negado por activa y por pasiva pero que Isabel no parece estar dispuesta a creer.
Sea como fuere, a Preysler le sobran los apoyos con los que disfrutar de esta jornada, contando con nada más y nada menos que cinco hijos que siempre que tienen oportunidad están a su lado, y también con la ineludible compañía de una de ellas, Tamara Falcó, que sin duda es uno de los cimientos clave de la vida de su progenitora, razón por la que todo apunta a que será la encargada de organizar una velada en la que su madre se sienta lo más cómoda posible e inicie un nuevo año con buen pie.
Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler en un photocall.
72 años marcados por las costumbres
En lo que personas de todos los rincones del planeta están de acuerdo es que por Isabel no pasan los años. Si algo caracteriza a la madre de Ana Boyer es su impecable estado físico, ligado a un exquisito gusto estilístico del que hace gala siempre que tiene oportunidad en todas y cada una de sus apariciones públicas. Sin embargo, más allá de contar con una elegante imagen, Preysler destaca por las costumbres que sigue de manera rigurosa pese al paso de los años, entre las que está la de comer tarta de chocolate, sobre todo teniendo en cuenta que es su sabor favorito para este dulce.
Pero, si algo destaca en las más de siete décadas de vida de Isabel es que su camino no ha sido siempre de color de rosa. Y es que, antes de que su corazón fuera ocupado por un cantante de éxito como Julio Iglesias, un marqués como Carlos Falcó, un ministro como Miguel Boyer y un literato como Mario Vargas Llosa, relaciones fruto de las cuales nacieron sus cinco hijos y después sus siete nietos, la filipina perteneció a una familia numerosa ubicada en una zona de clase media en Manila, hasta que a los 17 años su padre creyó oportuno que pusiera rumbo a España para iniciar una nueva vida en la que se convertiría en una pieza de gran reclamo para los medios de comunicación.
Isabel Preysler en un acto.
Pese a haber tenido relaciones sentimentales marcadas por la popularidad, el despegue de Preysler vino acompañado de Carmen Martínez-Bordiú, su hermana Mariola, su prima Isabel, Chata López Sáez, Marta Oswald y Piluca Ardid, con quienes a día de hoy la de Manila sigue manteniendo una muy buena relación, aunque nada tiene que ver con la que tenían hace unos años. Ahora, parece que la madre de Tamara Falcó está dispuesta a alejarse de todo el revuelo mediático para centrarse en el cariño de sus hijos y en los acuerdos económicos que ella misma negocia tanto con marcas como con sus cabeceras de confianza.