Isabel Pantoja y la prensa: las claves de su relación amor-odio
Cuando en 1985 Isabel Pantoja presentó su disco ‘Marinero de Luces’ hacía más de un año que su vida había cambiado de manera radical. La muerte de su marido Paquirri durante una corrida de toros y el negro que vistió durante 14 meses convirtieron a la tonadillera en ‘La Viuda de España’. Su duelo y su posterior lucha con los Rivera por la herencia del matador provocaron un distanciamiento sin precedentes con la prensa que solo sería el primero de muchos. Precisamente esta semana, la tonadillera ponía fin al último de todos ellos, el que comenzaba tras su reclutamiento voluntario en Cantora tras superar la peor etapa de su vida, la que entre 2014 y 2016 pasó entre rejas.
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Ya libre y quizá consciente de que ese reclutamiento no podía ser eterno Isabel ha dado un giro de 180 grados a su relación con la prensa. Una extensa entrevista a través de la ventanilla de un coche que para sí la quisieran los programas de prime time ha servido para que la cantante se reconcilie con los medios por todo lo alto.
Que la relación con su hija Isa está por encima de todo lo que haga porque aún es muy joven, que su sobrina Anabel no debería trabajar en Sálvame, que su madre siempre será Doña Ana y que se niega a hablar de nadie que le haya hecho daño -haciendo referencia a Julián Muñoz- son sólo pinceladas de una conversación que, como antaño, promete dar horas y horas de televisión.
Isabel Pantoja vuelve a hacer migas con los reporteros y atrás quedan aquellos ‘Cómprate una vida’, ‘Dientes, dientes que es lo que les jode’ o ‘No me vas a grabar más’ que por muchos que ella se empeñe ahora no son eslóganes de camisetas, sino las perlas de una furiosa Pantoja de la que este miércoles no quedaba ni rastro.
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Cuando se han cumplido más de 30 años de aquella muerte de Paquirri que marcó un antes y un después en la vida de Pantoja tanto en lo personal como en lo profesional, en LOOK repasamos esos altos y bajos que han influido en la relación que la prensa y la cantante han mantenido hasta ahora. Una relación que goza de muy buena salud en la actualidad y que incluso podría terminar de materializarse con una amplia entrevista en horario prime time que se convertiría, con toda seguridad, en récord de audiencia. Isabel no da puntada sin hilo y su última conversación con las cámaras de Telecinco podrían ser la antesala de una etapa nueva, una etapa en la que Isabel se desprende esa enemistad con los medios que muchas veces ha marcado su carrera.
Guerra por la herencia de Paquirri
Los problemas por el legado de Paquirri sacaron ese genio de Isabel Pantoja que hasta entonces había estado dormido. Hasta la muerte del torero todo eran sonrisas y adulaciones mutuas en cada uno de los reportajes y no había rastro de esas miradas desafiantes y gestos de desprecio que años después tan populares se harían en los aeropuertos o en las puertas de Cantora. Fue el principio del fin de su idílica relación con la prensa y nos dejó para la posteridad una de las frases más recordadas de la tonadillera: “¡Estoy cansada de la familia Rivera. Que lo sepa Andalucía y lo sepa España entera!”.
Su estrecha unión con Encarna Sánchez
Tras quedarse viuda Isabel se cerró a la vida pública. La posterior guerra por la herencia de Paquirri y los comentarios acerca de una amistad especial con Encarna Sánchez fueron dos piedras más en el camino de una Isabel que, aunque en lo personal parecía no levantar cabeza, triunfaba sobre los escenarios alrededor de España / Gtres
Isabel Pantoja y Encarna Sánchez estuvieron especialmente unidas en la década de los 90. Tras muchas especulaciones, la cantante utilizó sus malas artes y sacó lo peor de sí misma para plantarse ante la prensa. Ante ella afiló sus uñas y mantuvo los peores encontronazos que se recuerdan.
Su época de Diego Gómez, su mejor momento mediático
Durante su noviazgo con Diego Gómez Isabel tuvo una estabilidad que, paralela a su éxito profesional, se reflejaba en la actitud de la viuda de Paquirri con los medios / Gtres
Isabel estuvo durante cuatro años con el empresario Diego Gómez. Fue esta precisamente la etapa (1999-2003) en la que Pantoja mejor relación tuvo con los medios de comunicación. Estaba feliz y eso se notaba.
«No me vas a grabar más»
Fue el año 2003 cuando la tonadillera se encaró con un grupo de periodistas que estaban grabando el interior de Cantora. Estalló contra ellos e incluso les pidió la cámara, pero ante su negativa se la arrebató a los reporteros. Ahí fue cuando pronunció una de sus frases más míticas: “No me vas a grabar más”.
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“Dientes, dientes que es lo que les jode”
Isabel Pantoja, Julián Muñoz y Mayte Zaldívar fueron protagonistas de una de las polémicas más fuertes que han rodeado a Isabel / Gtres
Convertidos en la pareja más mediática de entonces, Julián Muñoz e Isabel Pantoja eran el objetivo para la prensa del cuore. Esta situación provocó tal hastío en ambos que llegaron a decir por las calles de Marbella “Dientes, dientes que es lo que les jode”.
Las campanadas en Telecinco
Isabel Pantoja y Jorge Javier Vázquez antes de presentar las Campanadas /Gtres
El 2013 marcó un antes y un después en la vida de Isabel Pantoja. Después de que su hijo Kiko Rivera participara en ‘Supervivientes’, la intérprete de ‘Marinero de Luces’ retomó relación con Telecinco. Isabel olvidó así las rencillas del pasado hasta tal punto que, presentó junto a su hijo y Jorge Javier Vázquez las campanadas de ese año.
“Cómprate una vida”
El embarazo de Chabelita situó a Isabel Pantoja una vez más en el ojo del huracán. La joven todavía no había cumplido la mayoría de edad y cuando su madre fue preguntada por una reportera sobre lo que por entonces era un rumor, estalló. “¿Tú tienes vida? Pues vive tu vida. Vive tu vida o cómprate una vida”, dijo. La misma frase que ahora forma parte de las camisetas que ella misma ha puesto a la venta.
Condenada por blanqueo de capitales
Isabel Pantoja a su salida de la sentencia del juicio por el Caso Malaya /Gtres
El 2013 siempre permanecerá en la memoria de Isabel. Terminada su relación con el exalcalde de Marbella, Julián Muñoz, la cantante sufrió sus horas más bajas cuando fue condenada a 24 meses por blanqueo de capitales en el Caso Malaya. Sin embargo, el peor momento llegó a la salida de la Ciudad de la Justicia de Málaga. Pantoja fue abucheada y zarandeada e incluso llegó a desmayarse en el interior del vehículo que más tarde la trasladó. Fue el principio de su silencio y su desaparición mediática. Primero forzosa, en prisión, y luego voluntaria, en Cantora.