FIESTA

Conoce a los jóvenes aristócratas que emularon el baile de Truman Capote en un palacio

Luis Osorio, pareja de Martina, la hija de Figo, ha organizado una mascarada en Madrid inspirada en la del escritor

Entre los invitados: Richo Trujillo, bisnieto del dictador cuya vida noveló Vargas Llosa, o la "it girl" Almudena Lapique

Carmen Santos Alcocer
Carmen Santos Alcocer, en la fiesta inspirada en Truman Capote. / sfri_club
Eduardo Verbo
  • Eduardo Verbo
  • Jefe de LOOK. Licenciado en Periodismo, se ha dedicado a los asuntos de la realeza y la aristocracia en El Mundo, Vanity Fair y ¡Hola!
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El pasado fin de semana, la finca Soto de Mozanaque, propiedad de Ioannes Osorio, duque de Alburquerque y antiguo pabellón de caza del marqués de Alcañices, celebró una edición española del «Black and White Ball», el baile de máscaras que Truman Capote albergó el 28 de noviembre de 1966 en el Hotel Plaza de Nueva York y que fue calificada como «la mejor fiesta de la historia». Un homenaje al autor de «A sangre fría» que organizaron diferentes jóvenes de la aristocracia, seguidores de la figura literaria del «diminuto diablo», como el escritor estadounidense fue bautizado por su lengua tan afilada como la pluma de sus obras. 

Truman Capote, durante su fiesta Black&White Ball, que se celebró en la gran sala de baile del Hotel Plaza de Nueva York el 28 de noviembre de 1966.

Truman Capote, durante su fiesta Black&White Ball, que se celebró en la gran sala de baile del Hotel Plaza de Nueva York el 28 de noviembre de 1966. GTRES

Ellos son: Luis Osorio, hijo del ex matrimonio formado por Ioannes y de la modelo Blanca Suelves; Pepe del Castaño, Sebastián Olazábal, nieto de los condes de Sobradiel, o Richo Trujillo, hijo de Ricky, bisnieto de Rafael Leónidas Trujillo, el dictador de República Dominicana cuya vida noveló Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura, en «La fiesta del Chivo». La abuela de Richo es una de las últimas estrellas del Hollywood dorado y reside en Madrid. Lita Milán de Trujillo trabajó con los mejores: Paul Newman, Joseph Cotten, Glenn Ford, Steve McQueen, Anthony Quinn… Y con muchos de ellos tuvo lo que ella llama EE: «episodios eróticos». Incluso mató a la legendaria Barbara Stanwyck en la ficción. Hasta que se casó con el hijo de Trujillo, Ramfis.

Luis Osorio, a la derecha, en una imagen reciente. /@sfri_club

Imagen del Soto de Mozanaque, donde tuvo lugar la fiesta. / @almulapique

El vínculo de la intérprete con Capote fue a través de Porfirio Rubirosa, el «playboy» dominicano que estuvo casado con su cuñada, Flor de Oro Trujillo, y cuyo miembro viril fue alabado por Truman. Lita reconoció a este periodista que «era como el de todos los hombres». Era habitual que «Rubi», que murió en el Bosque de Boulogne (París) al estrellarse su Ferrari 250 GT Berlinetta contra un castaño después de una fiesta en el club nocturno Jimmy’s de la capital francesa, se paseara desnudo por la cubierta del yate «Angelita», propiedad de la familia.

Almudena Lapique, sobrina de Cari Lapique, fue una de las invitadas. / @almulapique

Cortina, Koplowitz y Fernández-Tapias: las nuevas cisnes españolas

Volviendo a la gran mascarada del pasado fin de semana, el catering fue servido por Ciboulette, quienes también se encargaron del almuerzo en la última boda de los Alba. El menú fue mucho más sofisticado que el de hace casi sesenta años, que estuvo compuesto de salchichas, espaguetis con albóndigas y pollo “hash”, unas de las especialidades del Plaza y el plato favorito del escritor. Entonces, se abrieron casi quinientas botellas de champán.

Esta fiesta a la madrileña reunió a los nuevos rostros de la jet set, convertidas en una noche en auténticos cisnes, como Capote llamaba a sus musas, véase Babe Paley, Slim Keith, Lee Radziwill o C. Z. Guest, «ladies who lunch» con las que, valga la redundancia, solía salir a comer a restaurantes tan icónicos del viejo Manhattan como La Côte Basque o Le Pavillon. A alguna de ellas las destripó en su último libro, «Plegarias atendidas», del que HBO ha producido una serie dirigida por Gus Van Sant y que narra cómo el escritor tiró su vida por la borda a cambio de la gloria.

Imagen de la fiesta en honor a Truman Capote

Imagen de la fiesta en honor a Truman Capote

Hace seis décadas, la lista de invitados la compusieron  desde Katharine Graham, editora del “Washington Post”, cuya fiesta fue en su honor, hasta Mia Farrow y Frank Sinatra, Gianni y Marella Agnelli o los duques de Windsor. En esta ocasión, en cambio, contó con la asistencia de Martina Svedin, hija del exjugador de fútbol Luis Figo y novia de Luis Osorio; Almudena Lapique, sobrina de las hermanas Myriam y Cari Lapique y nieta de Cari Córdoba, una de las mejores anfitrionas de la Marbella clásica, así como una de las mejores amigas de Wallis Simpson; Iria Fernández-Tapias, nieta del naviero fallecido o Carmen Santos Alcocer, nieta de Esther Koplowitz. Ellos se vistieron de esmoquin y ellas llevaron sus mejores galas: vestido largo y máscara. 

Truman Capote, junto a Lee Radziwill, en la mascarada.

Truman Capote, junto a Lee Radziwill, en la mascarada. GTRES

Resulta curiosa la amistad de dos de los organizadores de esta fiesta: Luis Osorio y Richo Trujillo. Hace cincuenta años, la abuela del primero y el abuelo del segundo fallecieron en el mismo accidente de tráfico, un hecho que conmocionó a España. En 1969, Teresa Bertrán de Lis y Pidal, esposa de Beltrán Osorio, duque de Alburquerque, jefe de la casa del conde de Barcelona y uno de los jinetes más relevantes del siglo pasado, chocó frontalmente con el Ferrari de Ramfis Trujillo, hijo del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo. La aristócrata, de 46 años, iba acompañada de su hijo, Ioannes, y murió prácticamente en el acto. Ramfis falleció unos días más tarde a los 39 años. Cinco décadas después, sus nietos son muy amigos y organizan fiestas como las de Truman Capote. El pasado siempre vuelve.

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