EXCLUSIVA | El entorno de Georgina cierra filas para tapar el único fracaso de la modelo
La empresaria está de plena actualidad a raíz de la nueva temporada de 'Soy Georgina'
La novia de Cristiano Rondaldo lanzó una marca en 2021 que no tuvo demasiado éxito
Georgina Rodríguez ha vuelto con fuerza. El 18 de septiembre se estrenó la tercera temporada de Soy Georgina y el éxito ya es rotundo. En su primera día en Netflix, el docu-reality de la hispano-argentina ya se ha posicionado como lo más visto en España y Portugal y va escalando puestos en las listas de todo el mundo. Sin embargo, el producto da muestras de un cierto agotamiento. Los scketch resultan a veces algo forzados y sus idas y venidas por el mundo del lujo y del glamour han perdido algo de frescura en comparación con temporadas anteriores.
Aún así, el reality de la de Jaca no deja de ser una puerta a un mundo de magia y color que cumple bien su propósito: entretener y hacer soñar. Si usted quiere descansar durante el fin de semana, nada mejor que ponerse ropa cómoda y devorar la nueva entrega de Soy Georgina. Lo más probable es que no lo haga con el chándal de OM by G.
Georgina Rodríguez en el desfile de Jacquemus. (Foto: Gtres)
Tiene más de 64 millones de seguidores en todo el mundo, un reality en Netflix con su nombre, es demandada por las principales marcas de moda del mundo, sus publicaciones en redes sociales valen lo mismo que el salario de muchos españoles en todo un año y su nombre es sinónimo de éxito allá por donde va. Sin embargo, no siempre fue así. Georgina Rodríguez ha pasado «las de Caín» hasta llegar a lo más alto y merece todo lo que le está pasando. Pero hasta los cuentos más bonitos y las historias más triunfales tienen por el camino algunos fracasos y esta no es una excepción. No todo ha ido rodado y Gio cuenta en su haber un fuerte fracaso, a día de hoy casi olvidado y eclipsado por su éxito aplastante. LOOK conoce todos los detalles.
La marca de ropa de Georgina
Año 2021. El mundo estaba sumergido en plena pandemia. Encerrados en casa, muchos optaron por darse un respiro en términos estilísticos. La ropa cómoda era la más demandada y en un timing perfecto Georgina lanzó su propria marca OM by G. Esta colección constaba apenas de dos artículos. Se trataba de un chándal en algodón: pantalón y sudadera costaban 108,95 euros cada uno.
Chándal de Georgina Rodríguez. (Foto: Página web)
Según VERSA, pagina web portuguesa especialista en moda y lifestyle, Georgina vendió existencias en poco tiempo y prometió nuevas prendas «próximamente». Sin embargo, el «próximamente» nunca llegó. Aunque la narrativa oficial entre el núcleo cercano de Georgina es que la marca fue todo un éxito, LOOK ha podido que no es del todo cierto.
Hablar de éxito o fracaso es muy relativo, pero es cierto que el proyecto no tuvo continuidad entre otras cosas porque «ya nació muerto». Fuentes de toda solvencia cuentan a este digital que «es cierto que se vendió todo o casi todo, pero también se rebajó el precio inicial. El producto era bastante mediocre en términos de diseño y todo lo demás. Si lo que se pretendía era vender una imagen de glamour, con un chándal tan banal, lo que se proyectaba era todo menos eso».
Netflix cambió sus planes
Testigos solventes siguen manteniendo que fue una apuesta ganadora «que simplemente dejó de tener sentido porque después llegó Netflix y la imagen de Gio fue por otros derroteros». Lo cierto es que OM by G fue un tropiezo en toda regla porque de otra manera, si hubiera sido una marca ganadora, un proyecto pensado y bien ejecutado, se le habría dado una nueva vida, una vuelta de tuerca y eso no fue así. La marca cayó totalmente en el olvido. Georgina no la menciona en ninguna parte.
Georgina Rodríguez en el Festival de Venecia. (Foto: Gtres)
La firma llegó incluso a tener redes sociales que ya han desaparecido al igual que su pagina web. Es como si no hubiera existido nunca. Hasta los más grandes de la historia han sacado adelante proyectos que no han tenido los resultados esperados. Madonna, por poner el ejemplo de la artista viva que más discos ha vendido en la historia, ha sacado álbumes que se han vendido como churros y otros que, como diría Pedro Almodovar, «un disco grabó y nadie lo compró».
El fracaso se asume, se interioriza y se aprende de él y se sale adelante. Lo sorprendente en el caso de la novia de Cristiano Ronaldo es que ella o su equipo parecen estar tan obsesionados con vender la imagen aplastante del éxito que Soy Georgina, más que un reality, a veces parece algo irreal.