Todos los detalles sobre la romántica historia de amor de Cari Lapique y Carlos Goyanes
Carlos Goyanes ha fallecido a los 79 años en su casa de Marbella
Cari Lapique y Carlos Goyanes han hecho historia en la crónica social
El empresario estuvo casado con Marisol (ahora Pepa Flores)
El pasado miércoles 7 de agosto falleció Carlos Goyanes, uno de los empresarios más famosos de nuestro país, a los 79 años. Como todo el mundo sabe, estaba casado con Cari Lapique, quien lleva mucho tiempo llenando de estilo y elegancia la crónica social. El próximo 20 de septiembre iban a celebrar su 50 aniversario, pero lamentablemente el destino les ha jugado una mala pasada. No obstante, es un buen momento para recordar cómo ha sido la trayectoria de este emblemático matrimonio.
Antes de formalizar su relación con Cari, Carlos Goyanes había estado casado con Marisol (ahora Pepa Flores). Mantuvieron una historia bastante mediática que estuco marcada por una reconciliación sorpresa, pero por desgracia esta segunda oportunidad no llegó a buen puerto. El tiempo pasó y en 1975 sucedió algo que cambió para siempre la vida del empresario: se volvió a casar, esta ves con Lapique.
Carlos Goyanes y Cari Lapique, en Retuerta del Bullaque. (Foto: Gtres)
La Costa del Sol ha sido testigo de una de las historias de amor más emblemáticas de la crónica social. La pareja contrajo matrimonio en la parroquia de la Virgen Madre de Marbella, una ciudad que durante los años 90 brilló con fuerza gracias a Cari. No obstante, la socialité tuvo que lugar contra muchos rumores, pues no fueron pocos los que cuestionaron su relación. El tiempo ha demostrado que los enemigos de Lapique estaban equivocados, pero ¿habrá recibido algún perdón durante este tiempo?
Una boda con más de 600 invitados
Cari Lapique, con Carlos Goyanes. (Foto: Gtres)
Carlos había estado muy enamorado de Marisol, a quien conoció gracias a su padre, el director Manuel J. Goyanes. El recuerdo de la actriz todavía estaba presente, por eso hubo quien cuestionó los sentimientos del empresario. A pesar de todo, a su boda acudieron más de 600 invitados que, como no podía ser de otra forma, pertenecían a la alta sociedad.
Hubo muchas celebridades que no quisieron perderse el evento, como por ejemplo la cantante Lola Flores, quien estuvo acompañada de su hija Lolita. También hubo famosas de la talla de Pitita Ridruejo o Carmen Franco, quien fue testigo del enlace.
La bonita familia de Cari y Carlos
El matrimonio ha permanecido unido hasta el final. Fruto de esta unión nacieron dos hijas: Caritina y Carla. La primera nació en 1976 y según fue creciendo descubrió que tenía un gran talento para cocinar, así que acabó formando su propio catering. Su vida siempre ha despertado el interés del público, aunque ha permanecido en un plano bastante discreto.
Por otro lado está Carla, quien siempre tuvo una gran destreza para los estudios, así que se formó en Administración y Dirección de Empresas y ha ejercido su profesión en el negocio familiar, Agencias A Promociones Inmobiliarias.
Cari Lapique y su hija, Carla Goyanes, en el último adiós a Carlos Goyanes. (Foto: Gtres)
Caritina tiene dos hijos y Carla tres, así que Carlos Goyanes ha tenido que decir adiós a cinco nietos que le adoraban. Formaban una familia y este verano se han unido para atravesar juntos una complicada racha.
Lapique habló justamente de esto en una entrevista para la revista ¡Hola!, le preguntaron cuál era el mejor momento de su vida y no supo decidirse porque se le venían varios a la mente: «Cuando nacieron mis hijas y cuando me casé con Carlos. Él estaba separado, imagínate en esa época, yo era lo peor de lo peor, pero no me importó porque sabía que lo que quería era estar con él. También cuando nació mi primer nieto, cuando Carla tuvo su primer hijo».
La familia es una de las cosas más importantes para Cari. Durante la conversación con el citado medio desveló cuál era su secreto para estar tan unida a Carlos y contestó: «Creo que el secreto está en quererse, en comprenderse, en saber aguantarse… Creo que hoy se dice muy a la ligera el ‘me separo’, ‘me divorcio’… A mis hijas siempre les digo que hay que pensárselo muy bien antes de dar el paso. Divorciarse es fácil, pero, en el fondo, es tristísimo, porque, entre otras cosas, supone romper una familia».