Ana Obregón habla sobre la enfermedad de su hijo: "Ya no existe la Ana artista, solo la Ana madre"
Ana Obregón: "Cuando el médico me dice que Álex tiene un tumor es como si se hubiera bajado el telón de mi vida"
La actriz revela que Álex Lequio va a poder concluir su tratamiento en Madrid
Fuerza, coraje, paciencia y una esperanza a prueba de bombas. Esa ha sido la receta de Ana Obregón para sobrevivir durante los últimos seis meses: «Nunca olvidaré ese 23 de marzo de 2018». Esa fue la fecha en la que los médicos le diagnosticaron a su hijo cáncer y el comienzo de una pesadilla contra la que todavía combaten. Prácticamente recién aterrizada en Madrid tras medio año en Estados Unidos, la actriz se sincera completamente, en las páginas de la revista ‘Hola’ sobre la enfermedad de Álex Lequio.
Todo comenzó con unos fuertes dolores del joven, que derivaron en una cirugía. Tras intervenir, el médico les dio la peor de las noticias: «Al tercer día de ingresar Álex en urgencias nos dicen que es tiene un tumor maligno y de los que hay muy pocos casos en el mundo». Un jarro de agua congelada que Ana Obregón digirió sola porque su hijo todavía se encontraba sedado: «En ese momento es como si se hubiera bajado el telón de mi vida y me hubiera quedado en la oscuridad», revela Obregón.
La intérprete ha querido recalcar la tremenda entereza con la que su hijo se tomó la noticia y fue cuando pensó que «si yo ahora me quedo en shock, no salvo la vida de Álex». Dada la complejidad del cáncer de Álex, su madre se armó de valentía y sacó a relucir su faceta más resolutiva, en tiempo récord: «Nos enteramos de que en el Memorial Sloan Kettering Center de New York habían identificado un tratamiento e hicimos las maletas y sacamos billetes en tan solo 48 horas (…) nada más aterrizar allí nos fuimos directos a urgencias porque Álex tenía unos dolores insoportables, estaba con morfina… y allí nos dijeron que tenían que empezar a trata el tumor inmediatamente.
La dureza de los tratamientos y su vuelta a Madrid
Han sido seis meses en los que han vivido en los hospitales y durante los que Ana no se ha separado de su hijo. Los comienzos no fueron fáciles: «Al principio íbamos cambiando de hotel hasta que encontramos un apartamento, aunque nos hemos cambiado de casa cuatro veces. Los tratamientos de Álex eran de tres días seguidos y diez horas diarias que le dejan sin poder moverse (…) esta enfermedad es un camino de piedras en el que tienes los pies sangrando y cansados pero sigues andando», revela angustiada Ana Obregón.
La emoción no la deja apenas contar todo el drama que han vivido. Ana lo dejó todo por Álex: «Me he anulado por completo como ser humano para centrarme en cuerpo y alma a mi hijo. Viajé a Estados Unidos con un vaquero y dos vestidos, así he estado seis meses. Hasta Álex me decía que me cambiase de vestido, pero yo le decía ‘hijo, lo siento, no tengo otro’. También se me olvidaron las cremas de la cara y he estado seis meses poniéndome la de los hoteles», cuenta la actriz.
Ana Obregón / Gtres
La vuelta de Álex Lequio a Madrid se debe a la posibilidad de completar su tratamiento en España: «Nos hemos vuelto porque mi hijo terminará el ciclo en diciembre, aunque luego tendrá que volver a New York cada tres meses para hacerse chequeos».
Lo que descarta por completar es retomar su carrera profesional: «Jamás. La Ana artista se acabó. He dejado colgado todo y ahora solo queda la Ana Madre. ¿Tú sabes a dónde mandas todo cuando te dicen que tu hijo tiene una enfermedad?…». Es el relato de una madre coraje que libra junto a su hijo la batalla más dura que les ha planteado la vida.