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Realidad distorsionada

La cantante Aitana lanza su reality y los psicólogos alertan sobre su efecto en la salud mental

La tendencia de las series documentales de influencers ha aumentado

El impacto psicológico de estos programas no puede ser ignorado

  • Rosa Torres
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Han pasado ya siete años desde la tormenta mediática que generó la edición de Operación Triunfo, la cual catapultó a la fama a la cantante Aitana. En este contexto, y coincidiendo con el primer aniversario de su disco Alpha, la cantante ha compartido una emocionante noticia con sus seguidores y seguidoras a través de un teaser en el que se la puede ver luciendo un elegante vestido blanco mientras llega al estudio. En este adelanto, se revela que lo que realmente está anunciando es una serie documental que se estrenará en Netflix, lo que marca un nuevo capítulo en su carrera. Ahora, gracias a esta serie, podremos conocer de primera mano cómo es su vida y cuáles son sus pensamientos más íntimos. 

Este movimiento de Aitana se enmarca en una tendencia creciente en la que diversas personalidades del entretenimiento optan por compartir sus vidas de manera más abierta y transparente. Un claro ejemplo de esto lo encontramos en la familia Campos, que en un intento por replicar el éxito del clan Kardashian, televisó durante el año 2018 algunos de sus momentos más personales, en los que no han faltado viajes familiares y conversaciones íntimas que revelan su dinámica cotidiana. Asimismo, la familia Pombo, también tiene su propio reality. Y no podemos pasar por alto otros ejemplos como Soy Georgina, la serie que sigue la vida de la novia de Cristiano Ronaldo y que ya cuenta con tres ediciones, así como el programa protagonizado por Dulceida y el de Tamara Falcó, conocido como La Marquesa. Además, su madre, Isabel Preysler, ha fichado por Disney+ para presentar una versión navideña en la que comparte cómo celebra las festividades en familia.

Aitana está grabando su propio documental en Netflix. (Foto: Redes Sociales)

La tendencia de las series de influencers está cada vez más extendida, lo que nos lleva a plantearnos los efectos psicológicos que estas producciones pueden tener en su audiencia. Hablamos con Luis Guillén Plaza, experto en psicología de la salud y el trabajo de Psicopartner, para conocer su opinión sobre este tema. Está claro que mostrar sus vidas elegantes y aparentemente perfectas es una forma de aumentar su ego y ganar dinero, ya que estos reality shows generan mucho dinero para las personas involucradas. Estas producciones atraen a millones de fanáticos, lo que, a su vez, convierte su visualización en un emprendimiento rentable.

Sin embargo, el impacto que estos documentales ejercen sobre la salud mental de los espectadores es un asunto mucho más complejo. Según el psicólogo, es fundamental estar mentalmente preparado para no sufrir ante la exhibición de la vida «maravillosa» de otros, ya que estas vidas ajenas siempre parecen brillar más que la propia. Este fenómeno, tal como señala el especialista, se traduce en lo que él describe como una “falsa percepción de éxito y felicidad”. En los reality shows protagonizados por famosos, lo que se presenta es una vida meticulosamente filtrada y editada, que enfatiza el éxito, el lujo y la alegría, creando así una imagen distorsionada de lo que realmente significa ser «exitoso» o «feliz». La percepción de que la vida de los influencers es un modelo a seguir puede desencadenar sentimientos de frustración en aquellos que se sienten incapaces de replicar esa felicidad y éxito. En última instancia, el experto no dice que es crucial que los espectadores sean conscientes de esta dinámica y aprendan a discernir entre la realidad y la ficción que a menudo se presenta en estos programas.

Un clip del reality de Tamara Falcó y su madre, Isabel Preysler, para Netflix.

El psicólogo también se adentra en un aspecto que resulta particularmente interesante: la envidia y cómo este tipo de contenidos pueden tener un impacto negativo en la autoestima de los espectadores. Según su análisis, «el contenido generado a menudo promueve un estilo de vida centrado en el lujo y una belleza normativa que no solo es difícil de alcanzar, sino que también establece estándares poco realistas».  Además, Luis habla del fenómeno conocido como FOMO, o «Fear of Missing Out», que ha afectado a muchos de nosotros en la era digital. «El FOMO describe el miedo a perderse experiencias importantes o emocionantes, y es una consecuencia directa del consumo constante de contenido de influencers, quienes muestran eventos exclusivos, viajes de lujo y estilos de vida aparentemente perfectos”.

Un ejemplo claro de FOMO se puede ver cuando una influencer comparte fotos de un viaje a una isla paradisíaca, disfrutando de una fiesta exclusiva en la playa, mientras sus seguidores se encuentran en casa, trabajando o cumpliendo con tareas cotidianas. Esta representación idealizada de la vida provoca que los seguidores sientan que se están perdiendo de momentos emocionantes, lo que intensifica su ansiedad y la sensación de que su propia vida es menos interesante o significativa.

También muestran la vulnerabilidad

Es cierto que, aunque en muchos reality shows se tiende a mostrar solo la faceta positiva de la vida de los famosos, también hay momentos en los que se revelan las dificultades que enfrentan. Por ejemplo, María Pombo, compartió con todos nosotros cómo se siente de abrumada en eventos donde tiene que hablar en público, revelando una vulnerabilidad que muchos no esperaban de alguien que parece tener una vida tan glamorosa. De manera similar, Dulceida dejó al descubierto su proceso emocional tras la muerte de su abuela, así como la presión que ha sentido por parte de los haters en las redes sociales, y cómo ha buscado ayuda a través de sesiones de terapia para superar sus miedos y fobias. Georgina Rodríguez también compartió su dolor tras la pérdida de uno de los bebés que esperaba, mostrando una faceta vulnerable que contrasta con la vida glamorosa que suele exhibir en redes sociales.

Estos momentos de sinceridad nos muestran una cara B que a menudo se pasa por alto en el espectáculo superficial de la vida de los famosos. Según Beatriz Romero Martín, directora de la consulta psicológica Despertares, “no hay experiencias que sean intrínsecamente buenas o malas, todo depende de cómo se interprete cada situación. Los famosos que representan valores positivos como el trabajo y la lucha pueden ser una influencia positiva, pero en última instancia, lo que realmente importa es cómo cada individuo lo percibe. La interpretación de estos contenidos depende de la escala de valores de cada uno”.

Así que, en este juego de luces y sombras, es fundamental recordar que la vida de los famosos es multifacética. Mientras algunos momentos pueden parecer inalcanzables y deslumbrantes, también hay historias de superación y vulnerabilidad que resuenan con aquellos que los siguen, recordándonos que, al final, todos enfrentamos nuestras propias batallas.

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