Adara abandona ‘Sábado Deluxe’ tras sufrir un ataque de ansiedad
La visita de Adara Molinero a 'Sábado Deluxe' tuvo un toque amargo pues la joven sufrió en directo un ataque de ansiedad.
A pesar de la cuarentena la actualidad sigue su curso y este sábado la protagonista de gran parte de las noticias ha sido Adara Molinero, que ha pisado el plató de ‘Sábado Deluxe’, programa presentado por Jorge Javier Vázquez, para hacer frente a las grandes polémicas que están abiertas en este momento en su vida.
Adara Molinero ha sido la última invitada a ‘Sábado Deluxe’ / Telecinco
El tema más ‘importante’ de la noche era también el más actual, su reciente ruptura con Gianmarco Onestini, algo que nadie se esperaba que fuera a pesar. Si bien es cierto que ambos parecían llevarse a las mil maravillas y estar ‘disfrutando’ del confinamiento, es decir, de estar juntos todas las horas del día, hace unos días conocíamos que el italiano había decidido volver a su país natal tras haber descubierto unos supuestos mensajes de la joven. «Adara está rota», dijo Jorge Javier para dar comienzo a una entrevista con una Adara que afirma seguir «en shock, asimilando todo lo que está pasando».
Si bien ya se había explicado un rato en los días previos, aprovechó para aclarar que su ya exnovio le solía coger el teléfono porque se sabía su contraseña y fue cuando descubrió los mensajes con Rodri, con quien asegura que solo tiene una amistad. «Estábamos bien, y me pedía que borrara todas las fotos con Hugo Sierra, pero él no borró un vídeo en el que salía con una antigua relación».
Su discusión con Kiko Matamoros terminó provocándole un ataque de ansiedad / Telecinco
Hasta ese momento las cosas parecían ir bien, pero una discusión con Kiko Matamoros terminó por romper a una Adara que ya arrastraba una gran presión de su última visita al ‘Supervivientes 2020’, en la que terminó abandonando el plató. «Adara está llorando y creo, que tiene un ataque de ansiedad, pero tenemos servicio médico en ‘Sábado Deluxe’», explicó un preocupado Jorge Javier Vázquez. «Está siendo atendida. No se puede ni sostener de pie. La están intentando calmarla, le faltaba el aire y al teléfono alguien diciendo que no merecía la pena ni por todo el dinero del mundo ni por nada», detallaba Omar Suárez.
Al final, la joven volvió a su asiento, pero con una dura advertencia hacia el resto de colaboradores, que no se volviera a hablar de su hijo, tema que encendió su discusión con Matamoros. «Mi hijo es sagrado. No hay que hablar ni mencionarle. Ha sido algo asqueroso. Yo llevo muchísimo durante estos meses. Vengo aquí, me pongo a la defensiva, me hago la valiente, pero estoy sufriendo muchísimo. Ha sido un golpe muy bajo», dijo.