Rafa Nadal hace saltar todas las alarmas: reaparece con un vendaje a pocas horas de su debut

El físico está volviéndole a jugar una mala pasada a Rafa Nadal. El manacorense quiere despedirse por la puerta grande en unos Juegos Olímpicos, pero su cuerpo parece no estar por la labor. El dos veces campeón olímpico apareció este viernes en la pista central de Roland Garros con un aparatoso vendaje en su muslo derecho.

El ganador de 22 Grand Slam no se entrenó el jueves aquejado de una sobrecarga que su mismo entrenador Carlos Moyá reconoció. «Debemos darle 48 horas para que se recupere», aseveró. Antes de que ese plazo se cumpliese, Nadal reapareció junto a Carlos Alcaraz en la Philippe Chatrier para entrenar con un vendaje muy llamativo.

Después de dejarse la piel la pasada semana en el torneo de Bastad –donde fue finalista– para apuntalar su preparación, Rafa Nadal no ha dejado de entrenar para alcanzar su mejor nivel en la cita parisina. El español debutará ante el húngaro Martin Fucsovics en primera ronda del cuadro individual y hará lo propio en el dobles frente a la pareja compuesto por Máximo González y Andrés Molteni, sextos cabezas de serie.

Nadal podría bajarse del cuadro individual para centrarse en los dobles si pasa la primera ronda ante una de las parejas más compenetradas del circuito como son González y Molteni, bicampeones del torneo de Conde de Godó. El manacorense tiene evidentes problemas físicos para jugar dos partidos al día como ha establecido el calendario olímpico.

Rafa, sin embargo, también quiere apurar sus opciones en el individual donde le esperaría en segunda ronda su archienemigo Novak Djokovic en una batalla final que detendría al mundo olímpico. Nadal está tocado muscularmente, pero tiene entre ceja y ceja conseguir su tercera medalla olímpica.

Después de superar una lesión de psoas que le tuvo todo el 2023 en el dique seco, Nadal ha remado contra viento y marea para estar en París 2024. Parece imposible que al final de la preparación se vaya a borrar, pero su vendaje en el muslo derecho no es ni mucho menos un buen augurio para conseguir sus objetivos.