Así debes conservar las nueces en casa

Las nueces son un alimento nutritivo, prueba de que los frutos secos consumidos en cantidades moderadas pueden aportarnos diferentes beneficios, prácticamente sin ninguna contraindicación. Como resultado de ello, es conveniente tener siempre a mano unas pequeñas cantidades de este producto. Y, una vez que las compres, querrás saber cómo conservar las nueces en casa para que duren más.

El caso es que vale la pena hacer el esfuerzo de conservarlas bien porque éstas contienen grasas insaturadas, que ayudan a perder peso rápidamente, tanto por su propio aporte de nutrientes como por la saciedad que generan y que evita que recurramos a ultraprocesados.

¿Por qué ingerir nueces regularmente?

Según un informe realizado por el Journal of the American Heart Association, los alimentos que poseen en grasas insaturadas, entre ellos las nueces, son ideales para adelgazar como parte de una dieta baja en grasas saturadas y grasas trans y rica en carbohidratos varios.

Cheryl Rock, doctora y profesora de la Escuela de Medicina de San Diego de la Universidad de California, demostró con sus estudios que las nueces tienen un impacto positivo para la salud del corazón, previniendo factores de riesgo severos como un colesterol malo elevado.

Si tenemos en cuenta que España está entre las zonas que más crecen en su tasa de sobrepeso, y que las autoridades de la OMS como europeas ya han advertido que nos enfrentaremos a una crisis de obesidad, conocer las ventajas de cada alimento es esencial.

Las investigaciones demostraron que. «a pesar de que las nueces tienen alto contenido en grasas y son calóricas, el consumo de la dieta rica en nueces se asoció con el mismo grado de pérdida de peso que el de una dieta baja en grasas», de acuerdo a dicha especialista.

Pero, ¿cómo conservar nueces en casa?

La experta insiste no sólo en la ingesta regular de nueces sino también en preservarlas de la forma correcta para mantener sus nutrientes. Lo mejor es colocarlas en un recipiente hermético dentro de la nevera, e incluso pueden congelarse si no las vas a comer por un tiempo.

Los motivos de esta recomendación son que los enemigos de las nueces no llegan allí, destacando entre ellos la luz, el calor y el oxígeno. En resumen, cuanto más oscuro, más frío y más aislado del aire sea y esté el lugar dónde las dejes, menos probable es que se dañen.

Ese es el modo de asegurarse de que sus sustancias se preservan en perfectas condiciones y no sufren ninguna alteración.