Grandes mentiras que nos contaron sobre la Edad Media

La Edad Media, a diferencia de otros periodos históricos, ha sido objeto de prejuicios negativos y mitos que fueron calando en el imaginario colectivo a lo largo de los siglos. La visión oscura que se tiene del medievo como una época de atraso, sin cultura, ni evolución científica, dominada por la religión, no sólo responde a todo tipo de mitos, sino que sepultan los momentos de evolución e incluso de desarrollo cultural y tecnológico que se produjeron durante esos mil años.

Estas son algunas de las grandes mentiras que nos contaron sobre la Edad Media que es momento dejar atrás.

Las grandes mentiras que nos contaron sobre la Edad Media

La Edad Media fue una época «oscura» de irracionalidad

La imagen oscura que se tiene de la época medieval es un mito que los expertos llevan años intentando desmentir. En realidad, el medioevo no fue más sombrío que otros momentos de la historia, sino todo lo contrario.

En muchos aspectos, la Edad Media fue una época de avance en la que se crearon diversos inventos como el cronometraje mecánico, el arado pesado y los tipos móviles, los cuales sentaron las bases de la Revolución Industrial y el Siglo de las Luces. También se vivió un gran progreso en los manuscritos iluminados, los tapices y la escultura, así como en la cartografía, con la realización de mapas increíblemente precisos.

En este periodo también tuvo lugar la formación de gremios que permitió a los campesinos, que tenían vocación de artistas, a ascender y convertirse en artesanos. Unos de los mayores representantes de la época en cuanto a artes fueron el holandés Heironymus Bosch, conocido por sus extravagantes pinturas religiosas, y el italiano Giotto di Bondone, cuyos frescos y arquitectura les dieron cierto caché artístico a las catedrales góticas italianas.

Con su innovación científica, filosofía y obras de arte legendarias, los medievales prepararon el terreno para el Renacimiento.

La desaparición de la cultura clásica

El Renacimiento italiano se caracterizó por la recuperación de la cultura clásica que presuntamente se había perdido en la Edad Media. Sin embargo, durante el periodo central de la época medieval, entre los siglos VIII y XII, los musulmanes se encargaron de rescatar, conservar y transmitir la herencia de casi todo el pensamiento y cultura grecolatina. Como resultado de ello, surgieron grandes eruditos y científicos como Al-Razi, Avicena o Averroes, que basaron sus conocimientos en los estudios previos de autores clásicos.

De hecho, sin la transmisión medieval de los textos clásicos y la importante labor de los copistas y traductores, muchos de estos conocimientos se hubieran perdido.

Los medievales eran sucios

Una de las mentiras más difundidas sobre la Edad Media es que las personas eran desaliñadas y carentes de higiene. Una prueba de ello son los recetarios medievales para la limpieza corporal y mantener la piel sana, para quitar manchas de la ropa e incluso para la elaboración de cosméticos y perfumes. De hecho, tanto el baño interior como el exterior eran muy apreciados en la Europa medieval, tanto así, que las personas fabricaban sus propios jabones.

Otra prueba es la costumbre que tenía la gente de frecuentar las casas de baños, algunas públicas, otras privadas y otras meras fachadas de burdeles. Por otro lado, también destaca el ritual elaborado de lavado de manos antes de las comidas, sobre todo, entre los miembros de la aristocracia. Mientras los juglares les cantaban serenatas, los aristócratas se lavaban las manos en lujosos lavabos.

Una sociedad inmóvil, homogénea y cerrada

La visión que se tiene de las sociedades medievales es a menudo la de una sociedad inmóvil y estancada, en la que los campesinos permanecían en sus tierras y no se movilizaban más allá de unos pocos kilómetros de su terruño. Si bien en aquella época los viajes eran rudimentarios, las personas viajaban por diversos motivos, ya fuera en forma de peregrinajes, por mudanzas familiares a las ciudades, circulación de libros, costumbres e ideas, así como expediciones militares o a través del comercio.

Todos los nobles eran crueles y todos los campesinos eran miserables

La imagen de los nobles como tiranos y de los campesinos como víctimas desamparadas no refleja la complejidad de la sociedad medieval. La realidad era mucho más matizada. Muchos señores feudales eran responsables y justos, velando por el bienestar de sus vasallos. A su vez, los campesinos también tenían derechos y podían acumular riqueza y propiedades.

Las mujeres eran completamente oprimidas

Si bien es cierto que las mujeres en la Edad Media enfrentaban limitaciones en comparación con los hombres, este periodo también vio a mujeres destacarse en diversas áreas. Muchas mujeres nobles tenían influencia política y gestionaban tierras, mientras que otras, como Hildegarda de Bingen y Christine de Pizan, se convirtieron en figuras literarias y filosóficas. Las guildas de mujeres artesanas y las abadesas de conventos también jugaron un papel crucial en la economía y la cultura de la época.

La Edad Media fue una época de guerra constante

Aunque la Edad Media estuvo marcada por conflictos, no fue un periodo de guerra incesante. La paz y la estabilidad coexistieron con los conflictos bélicos. El feudalismo, por ejemplo, permitió un grado de orden social y político. Hubo largos períodos de paz en los que las comunidades florecieron y las ciudades crecieron. El comercio también prosperó, con rutas comerciales que conectaban diferentes regiones de Europa y más allá.

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