Graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Escribo sobre la actualidad televisiva y musical. Además, me gusta investigar y hablar sobre todo lo relacionado con las ficciones del momento, tanto de la pequeña como gran pantalla.
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Las emociones continúan en First Dates, también este mes de febrero. Desde que aterrizó en Cuatro, el popular show de citas se ha convertido en una de las apuestas favoritas por parte del público, y las cifras de audiencia lo demuestran. Una aventura televisiva donde, recientemente, hemos sido testigos de citas tan peculiares como la protagonizada por Inma y Cano.
Inma, una copistera de Vitoria, llegó al restaurante con muchas ganas de encontrar a su media naranja. Fue entonces cuando conoció a Cano, un antiguo minero de Asturias. Un primer encuentro donde la pareja demostró que la elección del equipo del programa había sido completamente acertada. ¡Así fue su cita!
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La soltera, como amante de los peinados y la moda, encontró en Cano un hombre atractivo y encantador. El comensal, por su parte, quedó encantado con el mechón de color rojo que llevaba su acompañante. Una visible atracción que continuó en la mesa, donde comenzaron a hablar de diversos temas.
Con el objetivo de conocerse un poco mejor, la pareja comenzó a hablar de sus respectivos gustos para saber los puntos tenían en común y los que no. De esta manera, los solteros descubrieron que compartían pasión por el baile. Eso sí, sus diferencias llegaron cuando confesaron el lugar en el que les gusta hacerlo.
Mientras a Inma le gusta bailar en pubs, Cano confesó su habilidad para bailar bachata e incluso perrear. Una serie de declaraciones donde cada vez era más visible la chispa que estaba empezando a surgir entre ellos. Pero, eso no fue todo lo que sucedió.
Asimismo, y como pregunta indispensable, los solteros hablaron del ámbito sentimental. Inma, con mucho humor, le explicó a Cano que estaba soltera, ni viuda ni nada así, «estoy virgencita». Unas palabras que hicieron que el soltero se riese. «Eso no, eso no cierra», dijo él.
Además, la soltera le hizo saber que quería encontrar a un hombre educado y divertido. Cano, sin miedo a expresar lo que busca en una pareja, afirmó que ansiaba encontrar a alguien con quien compartir su admiración por el compañerismo. Posteriormente, y con el objetivo de encontrar encontrar un poco de intimidad, pasaron al reservado.
Inma y Cano en ‘First dates’.
En la soledad de la sala, la pareja se animó a darse un apasionado beso. «Perreo, perreo», comentó Cano. Así pues, y muy animada por lo bien que estaba transcurriendo la cita, la soltera se atrevió a mostrar sus pasos de baile.
«Me ha perreado, pero ha sido la puntita nada más», señaló. Un conjunto de situaciones con las que dejaron claro que estaban muy dispuestos a seguir conociéndose fuera de First Dates.
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