Interior aplica la ‘Ley Mordaza’ para multar con 30.000 € a los pro Sáhara que abuchean a Sánchez

Los gritos y abucheos a Pedro Sánchez y a miembros de su Gobierno se pretenden acallar con sanciones económicas en base a la Ley de Seguridad Ciudadana denostada como Ley Mordaza por el PSOE y Podemos. Tres miembros de la formación Frente Obrero que afearon públicamente a Patxi López en Valencia el cambio en la posición del PSOE sobre el Sáhara Occidental han recibido sendas propuestas de sanción por parte de la Policía Nacional. Son activistas del colectivo que increpó a Sánchez este lunes en Segovia por el mismo tema y le lanzaron la siguiente pregunta: «¿Cuánto te paga Marruecos?».

Los agentes se apoyan en el artículo 36.1 de la normativa que aprobó el Partido Popular con Mariano Rajoy y que prometió derogar Pedro Sánchez en 2015, cuando se aprobó, y ya estando en el Palacio de La Moncloa. Ese punto de la ley establece que «es infracción grave la perturbación de la seguridad ciudadana en actos públicos, espectáculos deportivos o culturales, solemnidades y oficios religiosos u otras reuniones a las que asistan numerosas personas, cuando no sean constitutivas de infracción penal».

En otro apartado se indica que «para las infracciones graves, el grado mínimo comprenderá la multa de 601 a 10.400 euros; el grado medio, de 10.401 a 20.200 euros, y el grado máximo, de 20.201 a 30.000 euros».

El documento de la Policía que han recibido los manifestantes recoge: «Durante un mitin del PSPV [Partit Socialista del País Valencià] gritan ‘Sáhara libertad’ haciendo al político Patxi López interrumpir su discurso, generando agitación entre los asistentes y perturbando el normal funcionamiento y desarrollo del acto». Se recoge que los hechos se desarrollaron en la Avenida Gregorio Gea en la localidad de Mislata el pasado 31 de marzo a las 20:30.

Uno de los señalados para propuesta de sanción lamenta que «el PSOE se presentó a las elecciones llamando a derogar la Ley Mordaza. Ahora gritar ‘¡Sáhara libertad!’ en un mitin es motivo de infracción. Si quieren que la gente no les diga que dejen de lamerle las botas a un dictador islámico, al menos que no se paseen por plazas».

Recurso

«La recurriremos por vía administrativa primero y luego judicial. El ejercicio de derechos fundamentales no puede ser un ilícito administrativo. De hecho, el Tribunal Constitucional habla de que se debe amparar la libertad de expresión, aún cuando pueda ser desagradable para no generar un efecto desalentador», agrega.

Este destacado miembro del Frente Obrero sostiene que «gritar en un mitin no es un desorden público, es una consecuencia de hacer mítines abiertos a todo el mundo en plazas públicas cuando no estamos siquiera en periodo electoral. El orden público es justamente que uno pueda ejercer sus derechos libremente».

«Además, nosotros no nos enfrentamos a nadie. Permitimos que se desarrollara el acto con normalidad. Las multas son tan arbitrarias que nos las pondrán porque quieren cortar esto, pero creo que un juez nos puede dar la razón», auguran desde este colectivo que tiene implantación con juntas en todas las provincias de España y presentará varias candidaturas a las elecciones locales. El Frente Obrero ya se caracterizó en el pasado por montar escraches a políticos como Pablo Iglesias, Íñigo Errejón o Yolanda Díaz.

En esta ocasión el Frente Obrero la tomó con Patxi López, portavoz del PSOE en el Congreso, que se encuentra de gira por España para hacer mítines en los que da a conocer a los candidatos socialistas para las elecciones municipales. En un punto de su discurso, los tres miembros del Frente Obrero se levantaron y gritaron: «¿Qué le debe el PSOE a Marruecos? Blanqueáis a una dictadura islámica. ¿Qué quieres?, ¿un palacete en Tánger como Felipe González?».

«¡Deberías replantearte tu política sobre el Sáhara!», escuchó Sánchez entre el reducido y selecto auditorio que el PSOE había convocado para un mitin de precampaña. El jefe del Ejecutivo trató de salir al paso murmurando: «No es así, no, no es así». Con gestos un tanto destemplados agregó: «¿Podemos continuar? Ya habéis hablado, ¿ahora podemos hablar nosotros?». En este punto el auditorio arrancó a corear en masa «¡Presidente!, ¡presidente!».

En la primavera de 2022, el presidente del Gobierno provocó un giro histórico en la postura española sobre el Sáhara, pasando de apoyar un referéndum entre la población local a respaldar el plan de Marruecos para obtener la autonomía del territorio. Algo que se produjo tiempo después de que a Sánchez se le extrajeran 3 gigas de información de su dispositivo móvil a través de un ataque con la herramienta espía Pegasus.