Rajoy acepta las medidas éticas de C’s y una Comisión de Transparencia pero para todos los partidos

El candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, acepta ‘con condiciones’ las seis medidas de regeneración y transparencia propuestas por el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, a cambio del ‘sí’ a su investidura. Las dos formaciones abrirán este miércoles una negociación encaminada a formar Gobierno para fijar la fecha de investidura cuanto antes. El jefe del Ejecutivo ha elaborado un documento junto a su equipo donde matiza las condiciones que exige Ciudadanos.

Rajoy acepta ‘con condiciones’ la medida ‘estrella’ que la formación naranja anunció en último lugar: una Comisión de Transparencia sobre el ‘caso Bárcenas’ y la presunta financiación irregular del PP. Rajoy no se lo ha pensado dos veces: Sí, pero para todos los partidos. Los populares piden un trato proporcional al resto de formaciones. De esta manera no solo saldría a relucir el ‘caso Bárcenas’, sino los ERE del PSOE en Andalucía, los cursos de formación e incluso la presunta financiación irregular de Podemos en Venezuela. Ante esto, Ciudadanos no tiene mucho que perder y fácilmente aceptaría la condición del PP.

Sin embargo, los de Rajoy no quieren que el mero hecho de abrir ahora una comisión de investigación en sede parlamentaria entorpezca la investigación que está ya abierta en sede judicial. Pasa, por ejemplo, con el ‘caso Bárcenas’, cuyo juicio está pendiente para el mes de marzo, o la ‘trama Gürtel’, cuya vista oral comenzará el próximo 4 de octubre.

Fuentes gubernamentales y del PP recuerdan a OKDIARIO que Rajoy se ha mostrado dispuesto en todo momento, tanto en comparecencias públicas como en reuniones con otros líderes, a escuchar cualquier propuesta que se le planteara en favor de la regeneración democrática y la lucha contra la corrupción para sumarlas a las medidas puestas en marcha por el Gobierno en los últimos años.

Expulsión con sentencia firme

Otro matiz que los populares quieren añadir a las exigencias de Ciudadanos se produce en el primer punto. Rivera pide a Rajoy la «separación inmediata de cualquier cargo público imputado formalmente por corrupción hasta la resolución completa del procedimiento judicial». Sin embargo, los populares discrepan y proponen que se expulse a cualquier representante público que ya esté acusado en firme. Es decir, un paso más allá de la mera duda. El PP evita así el menoscabo del derecho a la presunción de inocencia de las personas investigadas.

Ciudadanos propone como segundo punto la eliminación de los aforamientos de los políticos, bajo la premisa de que «todos somos iguales ante la ley». Desde el Gobierno matizan que cumplir con esta premisa exige abrir el ‘melón’ de la reforma constitucional. Algo por lo que apuestan los populares si se dejan, previamente, los puntos concretos a tratar. En este caso, Rajoy ve con buenos ojos la medida y estaría dispuesto a meterse de lleno en aplicar dicha reforma pero advierten que necesitan el apoyo del resto de fuerzas.

El PP contempla en su último programa electoral el «compromiso de reducir los aforamientos» y sigue con la idea de crear una comisión de estudio en el Congreso para limitar y acotar esta prerrogativa. También recalca el hecho de haber vetado con su mayoría absoluta en el Senado una moción del PSOE que recogía el pacto alcanzado con Ciudadanos, en la anterior legislatura, que proponía suprimir los aforamientos de los parlamentarios estatales y autonómicos. Desde el PP esgrimieron en su día que, primeramente, se debería de realizar este estudio que vetaron los socialistas.

Doble vuelta o que gobierne el más votado

La tercera exigencia de Ciudadanos consiste en una nueva ley electoral que incluya: listas desbloqueadas que permitan a los electores una mayor influencia sobre la elección de los representantes e incentiven una rendición de cuentas más personalizada; un incremento de la proporcionalidad y la reforma del sistema de voto de los ciudadanos residentes fuera de España para facilitar una mayor participación con medidas como la desaparición del llamado voto rogado.

Los populares están a favor de estas medidas pero matizan que ante la actual situación de bloqueo añadirían un sistema de doble vuelta o que gobierne la lista más votada, tal y como figura en su programa de los últimos comicios al 26J. El PP también es partidario de reformar el voto rogado para agilizar los trámites burocráticos, según propuso el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo en esta legislatura.

Rajoy también estaría a favor con el cuarto punto de Ciudadanos que pide terminar con los indultos a los condenados por delitos de corrupción política. Fuentes gubernamentales aseguran que durante el mandato de Rafael Catalá al frente de Justicia no ha habido indultos de esta índole y los últimos fueron al inicio de legislatura, en julio de 2012. Los populares incluyeron un punto en su programa, en estas últimas elecciones, que recoge «impulsar una mayor vinculación del otorgamiento de indultos a la política penal y penitenciaria del Gobierno, acompañándola de una rendición periódica de cuentas en relación a los indultos otorgados».

Por último y en quinto lugar, los de Rivera buscan la limitación del mandato del presidente del Gobierno a un máximo de ocho años o dos mandatos. Algo que el PP no incluyó en su último programa electoral pero, señalan, que «estamos dispuestos a abordar». De hecho, el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, ya explicó que «la limitación de mandatos es una norma no escrita que se está respetando» y agregó que «no es necesario perpetuarse en el cargo, ya que en dos legislaturas da tiempo a hacer todo», zanjó. Los expresidentes José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero limitaron sus mandatos a dos motu propio.