España
POLÉMICA RAE-INSTITUTO CERVANTES

Bofetón de Pérez-Reverte al Gobierno: le acusa de intentar «colonizar» la RAE a través de García Montero

El escritor calificó de "mediocre y "paniaguado" al director del Instituto Cervantes

Acusa al Gobierno de querer contaminar la RAE "como han hecho con todas las instituciones españolas"

  • David Padilla
  • Periodista nativo de internet. Estrella Digital, 25 años en MARCA y ahora subdirector de OKDIARIO. Especialista en medios digitales, innovación y creación de audiencias.

El escritor y académico Arturo Pérez-Reverte ha acusado al Ministerio de Exteriores del Gobierno que preside Pedro Sánchez de intentar «meter mano» y «colonizar» la Real Academia Española (RAE) a través de «su mediocre y paniaguado» director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, con el propósito de «ponerla a su servicio y contaminarla».

El autor se pronunció en sus redes sobre la controversia entre García Montero y el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, un día después de que evitara valorar la polémica y se limitara a afirmar que «las guerras son malas» durante la presentación del monumento al capitán Alatriste.

La polémica se originó cuando García Montero criticó que la RAE no estuviera dirigida por un filólogo, sino por «un catedrático en Derecho Administrativo, experto en llevar negocios desde su despacho para empresas multimillonarias».

Estas declaraciones desencadenaron una disputa que se ha mantenido viva en el Congreso de la Lengua Española, celebrado en Arequipa (Perú), donde se han evidenciado las tensiones entre ambas instituciones.

El palo de Pérez-Reverte al Gobierno de Sánchez

«Es sencillo de explicar: la incompetencia de los sucesivos ministros de Exteriores, en especial del último, nos ha hecho perder la América hispana. El único vínculo de prestigio diplomático que aún se mantiene con ella, gracias a la RAE, es la lengua española», escribió Pérez-Reverte.

El escritor añadió que «Exteriores, a través de su mediocre y paniaguado director del Cervantes, pretende meter mano ahí también; colonizar el ámbito natural de la RAE abriéndose paso a codazos para protagonizar la fotografía. Y a ser posible, de cara al futuro próximo, prepararse para controlar también la Academia, si se le permite hacerlo».

Pérez-Reverte concluye que este intento busca «ponerla a su servicio y contaminarla como han hecho con todas las instituciones españolas. Lo que se traduce, en el caso que nos ocupa, en una siniestra mezcla de egos revueltos y mala fe».