Se acabó el calvario. Toni Kroos ha sido por primera vez convocado en lo que va de temporada por Carlo Ancelotti para un partido del Real Madrid. Y no es un encuentro cualquiera, ya que es el duelo que enfrentará a los blancos contra el Sheriff Tiraspol en la segunda jornada de la fase de grupos de la Champions. Este encuentro será el regreso de la máxima competición continental de clubes al estadio Santiago Bernabéu 580 días después.
El 29 de junio Kroos jugó su último partido. Aquel día, Alemania cayó derrotada por Inglaterra en los octavos de final de la Eurocopa. Tras el encuentro, el mediocentro comenzó las vacaciones, aunque pronto entendió que iba a tener que parar. Una pubalgia se había cruzado en su camino y le iba a mantener lejos de los terrenos de juegos durante más de dos meses. Una lesión dolorosa que necesita reposo y paciencia, justo lo que ha se ha tomado el jugador del Real Madrid.
Durante todo este tiempo, Kroos ha cumplido a rajatabla todas las indicaciones de los servicios médicos del Real Madrid. El principal objetivo era evitar el quirófano, algo que nunca se llegó a contemplar. La lesión es dolorosa e incómoda, pero el germano ha trabajado en las instalaciones de Valdebebas hasta que los dolores han desparecido por completo. Tanto los galenos como Ancelotti y el jugador han tenido claro que la paciencia iba a primar por encima de todo y hasta que no estuviese al cien por cien no iba a volver a vestirse de corto. Ese momento ya ha llegado.
Ante el conjunto moldavo Ancelotti podrá contar por primera vez en lo que va de temporada un jugador que se antoja capital en el centro del campo del Real Madrid. Ante el Sheriff no será titular, aunque sí podría tener participación si la intensidad del partido lo permite. La idea es ir dándole minutos poco a poco hasta que adquiera el ritmo competitivo deseado y, en ese momento, volverá a ser el motor que genera el juego de la entidad madridista.
