Fede Valverde está dispuesto a convertirse en el jugador total. El jugador del Real Madrid es uno de los hombres más polivalentes que tiene Ancelotti en su plantilla, pero para terminar de cumplir con su nueva posición aún le queda mejorar en un aspecto: la puntería. El uruguayo es insaciable y ha mostrado desde su llegada un constante afán de superación. Esa perseverancia no será menor ante el nuevo reto que se le presenta. Cuenta con un potentísimo disparo que esta temporada está tratando de afinar. Un fusil que, de conseguir hacerlo efectivo, le convertiría en el todocampista definitivo.
El conjunto blanco tiene en Valverde a un pulmón en el centro del campo. Su despliegue, potencia, velocidad y resistencia hacen de él un jugador más que completo.Pero no es suficiente para un jugador que ha ido creciendo a pasos agigantados en las últimas temporadas. Afincado ahora en el extremo derecho, quiere sumar más de lo que ya hace. Y para ello, lo único que le falta es pulir ese gran disparo que tiene.
El disparo de Valverde se presenta como un recurso distinto al juego combinativo y desbordante que ofrecen en ataque Vinicius y Benzema. Su potencial goleador puede ser más que aprovechable en momentos en los que el rival deje sin opciones de entrar por el interior a los madridistas y cuando los partidos se tuerzan. Es por eso que el jugador tiene consignas en seguir trabajando para afinar la puntería y está tratando de conseguirlo.
Los deberes de Ancelotti
Carlo Ancelotti se ha referido en más de una ocasión al gran disparo con el que cuenta Valverde. El jugador ha convencido al técnico de tal forma que se ha vuelto indispensable. Su presencia en el campo se ha convertido en fundamental para las aspiraciones de los madridistas, pero el italiano quiere más. El pasado curso ya señaló que el mediocentro «debe aprovechar el tiro que tiene» y este curso los deberes que le ha puesto Carletto siguen siendo los mismos, algo que el jugador está intentando cumplir.
Contra el Almería, sin ir más lejos, en el estreno del Real Madrid en esta Liga, el uruguayo lo probó en varias ocasiones. Hasta en cuatro ocasiones probó éxito, obligando al guardameta de los indálicos, Fernando, a empeñarse al máximo por detenerlos. No tuvo suerte y no consiguió meterlos en el fondo de la portería, pero volvió a dejar claro que cualidades tiene más que de sobra para convertirse en uno de los grandes goleadores del equipo. Sólo le falta afinar, puesto que el fusil ya lo tiene.