El choque de trenes entre la UEFA y la Superliga queda en suspenso durante los próximos meses. Después de dos días de vista en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, hasta mediados de diciembre no se pronunciará el abogado general del caso, el griego Athanasios Rantos, cuya opinión tampoco será vinculante. Para eso habrá que esperar a 2023, cuando Europa emitirá su resolución definitiva. Pase lo que pase, hay expertos que consideran que las dos partes están condenadas a entenderse.
«Hacer la brecha y que haya dos torneos de fútbol como se está planteando, que coexistan la Superliga y la Champions, no lo veo posible. Deberían ponerse de acuerdo y creo que habrá un acuerdo común. Al final se necesitan mutuamente porque los mejores jugadores están en los mejores equipos, muchos de ellos en la Superliga, así que no creo que las sanciones salpiquen a los futbolistas. La Comisión Europa le paró los pies a UEFA y FIFA al decirles que sancionar a los futbolistas podría ser una abuso de poder y que no es necesario excluirles de las competiciones. Veo muy complicado dejar a los jugadores sin un Mundial o una Eurocopa y además se meterían en camisa de once varas. No lo veo».
Son declaraciones a OKDIARIO de Nicolás Senderowicz, abogado especializado en Derecho Deportivo e integrante del despacho Rosalía Ortega Sports Law. Este experto pone en duda la eficacia del «órdago de la UEFA» cuando dice que los clubes tienen el derecho a organizar sus propias competiciones, pero que primero deben salirse del paraguas del organismo presidido por Aleksander Ceferin.
«No creo que se llegue a esa situación. La pelota está sobre el tejado de la Corte de Luxemburgo y ya veremos qué dicen. Yo creo que al final llegarán a un acuerdo. Cambiar todo el ecosistema del fútbol lo veo muy complicado. Muchas sanciones, muchas peleas… Lo que conviene es ponerse de acuerdo», subraya.
Pádel, golf, baloncesto…
El derecho a la competencia es el principal motivo que ha llevado el caso hasta la justicia europea y Senderowicz cree que es «un hecho» que el TJUE es la voz más autorizada en este tipo de asuntos, aunque avisa de que «el deporte es un tema muy particular».
«Tenemos los precedentes de lo que pasó en patinaje artístico y lo que está pasando ahora en el pádel y el golf, donde algunos jugadores se están yendo de las federaciones para irse a jugar a circuitos privados donde les pagan más. Hay que tener en cuenta que son deportes individuales, no colectivos, y que el fútbol es un deporte aparte por lo que mueve social y económicamente en el mundo entero, y sobre todo en Europa», remarca.
En el mundo del pádel, el presidente del Paris Saint-Germain, Nasser Al-Khelaifi, es el principal impulsor del Premier Padel, un circuito mundial alternativo al World Padel Tour. En cuanto al golf, la Superliga saudí, auspiciada por el príncipe Mohamed bin Salman, ha irrumpido con mucha fuerza y ya ha logrado convencer a varios de los mejores jugadores del mundo. En baloncesto, la FIBA y la Euroliga acumulan muchos años de sonoros desencuentros. El futuro del fútbol europeo se decidirá en 2023. Continuará.